El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado estimó que en 2008, con la apertura comercial establecida en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México dependerá de 6 millones de toneladas de importación de maíz.
En el libro, La economía política del maíz en México, el CEESP sugiere la implantación de infraestructura de riego para aumentar la productividad del campo mexicano, sobre todo en las tierras de subsistencia, donde la producción por hectárea es de apenas 1.5 toneladas.
“Sinaloa produce hasta 8 toneladas por hectárea, situación comparable con los competidores en EU y Canadá. En dicho estado han adoptado cambios tecnológicos que pueden aplicarse en otras zonas del país”, dijo Francisco Lelo de la Rea, subdirector de investigación económica del CEESP.
Agregó que, a pesar de que el maíz es un cultivo de origen mexicano, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación, México es en la actualidad el cuarto productor mundial, detrás de EU, China y Brasil.
Dijo que antes se veía como un escenario catastrófico la llegada de 2008 para el campo mexicano; sin embargo, el futuro se adelantó y la situación actual de los productores es una muestra clara de lo venidero a partir del año próximo.
Otro factor en el rubro es la gran disparidad de productores, conocido como dualismo económico; por un lado están los productores de subsistencia, quienes han conservado por generaciones sus métodos de labranza, y en el otro extremo, las grandes empresas con enormes capitales, apoyo de infraestructura y acceso a financiamiento.
“Al hacer un comparativo internacional, lo primero que resalta es que en México hay una sobrepoblación en términos del PIB del sector. Mientras en Reino Unido 1.2 por ciento de su población está dedicada a cuestiones del agro, en México, 16 por ciento es la que realiza ese tipo de actividades. Asimismo, si analizamos que el PIB agrícola en México es cercano a 5 por ciento, y 16 por ciento de la gente se dedica a ella, la relación de 16 contra 5 es desproporcionada, lo cual revela por qué existe esa gran pobreza en el sector en México”, explicó.
De igual forma, dijo que los productores nacionales se encuentran en último lugar mundial en cuanto al grado de adopción de nuevas tecnologías.
