Diagnóstico de fallas reproductivas Aspectos clínicos y epidemiológicos

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escrito por Redacción Infopork

La dinámica de eficiencia y rentabilidad de la porcicultura moderna intensiva hizo que los productores buscasen resultados reproductivos económicamente aceptables teniendo en cuenta una reducción en los costos. 
Para reducir los costos de producción, una estrategia interesante es de aumentar la productividad de la granja lo que permitirá diluir los costos fijos. Una forma es a través del aumento del número de lechones destetados producidos por cerda y por año, el cual depende del número de lechones destetados por parto y del número de camadas producidas por cada vientre en el año. 
Lamentablemente en nuestro día a día en granja observamos frecuentemente problemas reproductivos (retornos al celo, abortos o microabortos, descargas vulvares, etc.) que penalizan alcanzar metas reproductivas interesantes y en consecuencia limitan la producción de cerdos gordos/granja.
El problema reproductivo aparece, cuando el número de vientres manifestando el trastorno se eleva de forma considerable. Las manifestaciones clínicas de los trastornos reproductivos en granja pueden presentarse en los vientres bajo retorno a celo después de la inseminación, descarga vulvar, momificación fetal, aborto, aumento de los nacidos muertos, reducción del tamaño de la camada o parto prematuro (Fig. 1).
Las fallas reproductivas constituyen la principal causa de descarte en granja influenciando la tasa de reposición de la granja así como los días no productivos. Las mismas, pueden representar entre 30-40% del total de causas de eliminación de vientres siendo el retorno al celo una de las principales (Vargas 2008).
Ciertas fallas reproductivas del rebaño alteran varios parámetros reproductivos, es el caso del síndrome de infertilidad de verano con sus consecuencias: el aumento en la repetición de celo y el aborto en otoño. Ambos posiblemente ocasionados por la acción conjunta de la alta temperatura estival y el fotoperiodo sobre todo en la segunda mitad de la gestación (Omtvedt el al. 1973, Kirkwood et Martineau, 2004) El mismo suele manifestarse con retardo de llegada a la pubertad, incremento del intervalo destete-celo, disminución de fertilidad de los verracos y de las cerdas, abortos, etc. 
Las cachorras son particularmente sensibles a este síndrome como lo han confirmado varios autores, posiblemente por el hecho de la crianza en grupo (Boulot 2006, Quesnel y al 2005).
Muchas veces el veterinario y el productor culpan a las enfermedades infecciosas como la principal causa de los problemas reproductivos de las cerdas. Sin embargo existen pocas enfermedades infecciosas que tienen influencia directa en la reproducción y los signos son a menudo semejantes (Fig 2).
Fig. 1: Representación esquemática de los diferentes síntomas clínicos reproductivos en cerdos en función del periodo de acción de la causa (G. Martineau)
Fig. 2: Causas y signos clínicos de los trastornos reproductivos infecciosos de los cerdos
Los factores de riesgo asociados a los trastornos reproductivos en cerdos son numerosos y están interrelacionados entre ellos pudiendo ser clasificados como infecciosos o no infecciosos(Muirhead M and Alexander T, 1997, G.Martineau 1997).
En regla general, los factores no infecciosos relacionados al manejo de la granja tienen un peso importante en la eficiencia reproductiva y no es infrecuente que los mismos se potencialicen entre sí, así por ejemplo una alta densidad de cachorras en corrales puede inducir celo débil, atípico o silencioso dejando a los inseminadotes inseguros cuando practican la inseminación (Kulhers and ll, 1985). 
De esta forma las inseminaciones pueden comenzar cuando el celo está avanzado o el inseminador puede disminuir el número de inseminaciones por cachorra pensando que el celo está en su etapa final.
El porcentaje de abortos caracterizado con la expulsión fetal puede ocurrir en toda la gestación (fig. 1) y es considerado aceptable hasta 1% (Carr) e inclusive hasta 1,5 % (Dial, 1992). Existen 3 estados críticos para el feto porcino durante la gestación: a) entre 35-40 días de gestación, b) entre 55-70 días  c) más allá de 100 días de gestación (Van der Lende, 2003) El parto prematuro (antes de 110 días) en cerdas según experiencia del autor e presenta en granja con una frecuencia baja <1% y en una situación la mortinatalidad es dos veces superior que para la gestación normal; 3% de este tipo de partos producen camadas sin ningún lechón viable (Boulot 2006).
Es altamente frecuente que el porcentaje real de aborto en granjas comerciales sea mayor ya que existen errores frecuentes por a) falta de observación u olvido de anotación de los funcionarios, b)por simple pérdida de fetos y placenta en las fosas debajo de los slats o c) por ingestión de abortos por los propios vientres. Todos estos factores enmascaran el real porcentaje de abortos de la granja, haciendo que este tipo de vientre ingrese en el grupo de animales con repetición de celo y no de aborto. 
Un ejemplo concreto fue presentado por Boulot y Badouard en 2006 en donde una encuesta de 3000 porcicultores en Francia reveló que 40% de los mismos no registraron ningún episodio de aborto durante un año y que el 60% registro abortos sobre todo durante el tercero tercio de la gestación cuando los fetos son fácilmente visibles (> a 70 días de gestación) delatando la subestimación de este problema en granja.
El panorama no es diferente  para los momificados. Clásicamente se considera aceptable, un porcentaje de momificados inferior a 1,5% (Muirhead y Alexander), sin embargo este porcentaje debería reverse sobre todo con las líneas de vientres hiperprolificos de hoy en día. El mismo está altamente sujeto a errores de observación o por el hecho de que algunas momias pasan observaciones detalladas se han registrado hasta  6% de momias (Van Rens et Van der lende, 2003).
En condiciones de América del Sur el porcentaje de momificados que debería alertarnos sería cuando se sobrepasa 3%.
Las intervenciones que el veterinario realiza en granja frente a un problema reproductivo de rebaño pueden encuadrarse en uno de las siguientes situaciones:
1. Problemas agudos, asociados a tormentas de abortos, momias o nacidos muertos que acompañan ciertas patologías infecciosas con manifestaciones clínicas de anorexia, fiebre, problemas respiratorios o de piel en vientres o en otras categorías de la granja. 
Es el caso de la peste Porcina, PRRS, influenza, Erisipela, Aujeszky, Brucelosis. Las causas de las fallas reproductivas infecciosas pueden ser por acción directa de los agentes o indirecta. Agentes infecciosos directos son aquellos que replican en el tracto genital de los vientres o en los fetos como: el virus del PRRS, el parvovirus(PPV), el virus de Ausjesky (ADV), el PCV2, el virus de la peste porcina (PSC), etc. En general llegan a los fetos vía semen es el caso de: PRRS, PCV2, ADV, PSC,PPV (Maes et al., 2008) o atraviesan la placenta vía sangre. Un ejemplo de falla reproductiva indirecta es la observada en caso de brote de influenza porcina la cual ocasiona un pico de fiebre alta en los vientres y secundariamente aborto.
2. Problemas crónicos: percibido como una reducción en el porcentaje de parición y/o en el número de lechones nacidos totales o un aumento en el porcentaje de vientres que repiten celo después de la inseminación, un aumento en el porcentaje de vientres que paren camadas reducidas o un aumento en el porcentaje de anestro. Generalmente asociados a la introducción reciente de cerdos en granja y/o a un desequilibrio inmunitario.
Abordaje del trastorno reproductivo a campo
Dentro de la metodología de diagnóstico que el veterinario de campo posee frente a los trastornos reproductivos se destacan:
1. Una evaluación detallada de los parámetros reproductivos generales de la granja y específicos por categoría animal. 
Evidentemente esto significa un estudio de los registros de producción, Pig CHAMP® u otros. Los objetivos reproductivos y cuando deberíamos intervenir fueron resumidos por Almond y al en 2006 (Tabla 1) 
Es importante que el razonamiento sea realizado por categoría animal: cachorras, vientres de 1er parto, 2do, etc., ya que según experiencia del autor frecuentemente los problemas reproductivos son responsabilidad de un pequeño porcentaje de hembras las cuales penalizan el resultado global reproductivo de la granja (Decuadro-Hansen). 
Así por ejemplo, para porcentaje de fertilidad/prolificidad post inseminación es interesante dividirlo de la siguiente forma.
Porcentaje de fertilidad y prolificidad de las cachorras
Porcentaje de fertilidad y prolificidad de primíparas
Porcentaje de fertilidad y prolificidd de cerdas destetadas
Porcentaje de fertilidad y prolificidad de cerdas que retornan al celo
Lamentablemente existen errores frecuentes involuntarios o voluntarios en la colecta de datos y su introducción en los programas informáticos que limitan el enorme valor de esta herramienta.
Particular atención debe prestarse al porcentaje de vientres que repiten celo. En regla general se considera aceptable retornos regulares de celo entre 5-8% e irregulares entre 2-4% (Vargas 2008). Normalmente los retornos regulares están relacionados a causas no infecciosas siendo la no fecundación el motivo del retorno. 
El retorno irregular (>24 días) está relacionado a muerte embrionaria y sus causas son múltiples infecciosas o de manejo (Tabla 2)
Tabla 1: Objetivos de desempeño reproductivo en Granja según Almond y al 2006
2. El control del tracto genital de cachorras y cerdas de descarte por causas reproductivas
El control en frigorífico es un aliado interesante para el veterinario y debería realizarse periódicamente de la misma forma que realizamos un monitoreo para enfermedades respiratorias tanto como auxiliar en el diagnóstico de fallas reproductivas como para evaluar la eficiencia reproductiva de la granja en su totalidad. 
Este tipo de control permite reorganizar el descarte de vientres por motivos reproductivos (cerdas y cachorras). 
En muchas oportunidades se han encontrado resultados conflictivos entre el motivo del descarte y el hallazgo durante el control en frigorífico. 
Así por ejemplo, Diehl y Coll realizando la inspección de ovarios de cachorras descartadas por problemas de anestro en dos granjas en Brasil observaron en la granja 1, 84% y en la granja 2, 78% de ovarios que presentaron un cuerpo albicans y/o lúteo indicando que las cachorras habían ciclado. 
Esto indica, que existió fallo en la detección de celo en esta categoría de animales.
3. Monitoreo de vientres 
por ecografía
La evaluación ecográfica del tracto genital por vía trans abdominal (ecógrafo con sonda linar o convexa de 5 HHz) presenta ventajas para el clínico que trabaja en granja en las siguientes situaciones:
3.a) Confirmar la aparición de la pubertad en cachorras lo cual permite razonar el tratamiento hormonal con preparaciones de PMSG/HCG así como de evitar el descarte de vientres que estaban ciclando y no manifestaron de forma suficiente el celo,
3.b) Detectar patologías como por ejemplo los quistes ováricos. La frecuencia de aparición de quistes es, de media, del 10% entre las cerdas eliminadas por presentar problemas reproductivos (Knauer et al., 2007; Dalin et al., 1997; Heinonen et al., 1998). 
La presencia de un quiste no suele perturbar la reproducción pero sí que aparecen trastornos reproductivos cuando se trata de varios quistes ováricos, en regla general el porcentaje de anestros o de repetición de celo aumenta en forma significativa.
4. Visitar la granja
La visita del plantel de cachorras y cerdas es una herramienta barata útil e indicadora de las causas que motivaron el fallo reproductivo. Es importante que la visita sea realizada con empleados que trabajan en el día a día y no exclusivamente con el dueño de la misma.
Amén del estudio de los registros, particular atención debe colocarse en el manejo en maternidad (alimentación), el manejo de cachorras, asistir a inseminaciones, revisar detalladamente el estado corporal de las cerdas destetadas y el orden de las mismas en las jaulas de gestación de frente a machos y entre vientres. 
Así por ejemplo,  la separación física, visual y auditivas de cerdas destetadas y verracos después del destete durante un período de 2 a 4 días aumenta la calidad de los signos de celo y porcentaje de vientres en celo (Decuadro-Hansen and Behan, 2000, Behan and Watson 2005, Knox and all 2010). 
Así por ejemplo, Know y Coll encontraron que 80% de los vientres alojadas en permanencia con verracos presentaron celo en los 7 días postdestete frente a 98% de aquellos que se alojaron separados de los machos. 
En otro orden de cosas, el alojamiento de cachorras debería realizarse en jaulas 10-14 días antes de la inseminación y sin tener contiguamente vientres adultos dominantes en jaulas contiguas que pueden agredir mismo por entre las barras de la jaula (Wentz y al 2006).
5. Test de laboratorio:
Dentro de las herramientas diagnosticas el apoyo diagnostico de laboratorio constituye una ayuda muy importante. En caso de sospecha de agente infeccioso por el hecho que la infección no afecta a todos los fetos, es importante evaluar varias camadas de diferentes cerdas.
Un abordaje diagnostico de toma de muestras fue propuesto recientemente por Nauwynck (2009): Si el principal trastorno reproductivo son los abortos a diferentes estados de la gestación se propone de tomar muestras en función del tipo de feto mayoritariamente encontrado en granja: si los fetos están frescos y firmes (rigor mortis) privilegiar la búsqueda de agentes que causan enfermedad sistémica como el virus de la influenza y las muestras deberían tomarse en los vientres (Swab nasa con virocult, suero, etc.), b) si los fetos no están frescos y están parcial o totalmentes momificados sospechar agentes como PPV, PCV2, PSC la toma de muestra debe ser realizada directamente en fetos ya que los vientres frecuentemente presentan anticuerpos. Si la principal causa es SMEDI (momificación, nacidos muertos, infertilidad) los agentes implicados serían PPV, PCV2, enterovirus. 
En granjas con un padrón de vacunación y una vacuna de calidad de PPV es muy raro que sea la causa del problema, PCV2 se observa con preferencia en cachorras que provienen de granjas con algo status sanitario.
 La toma de muestras (Mieli 2005) debería ser dirigida a fetos privilegiando, la detección del virus por PCR o inmunohistoquímica a partir de pulmón, hígado y corazón de fetos de menos de 70 días (17 cm) o por detección de anticuerpos en suero y líquidos toraco-abdominal  en fetos mayores de 70 días (> 17 cm). En este caso también la demostración de seroconversión en los vientres no aporta datos interesantes ya que en el momento del aborto ya seroconvirtieron.
Si la principal causa es aborto tardío o parto prematuro, este signo es típico de PRRS. Este virus puede ser detectado por PCR en sangre del cordón umbilical, placenta, hígado, bazo de fetos momificados muertos, anticuerpos estarán ausentes de los mismos, sin embargo los lechones nacidos normales de vientres con PRRS pueden ser viremicos.
Dentro de los agentes infecciosos el virus del PRR, Leptospiras y Parvovirus son frecuentemente evocados en abortos tardíos> a 90 días (Christianson 1992, Kirk Clark, 1996).
En la tabla 3 se resumen el conjunto de métodos diagnósticos disponibles para diagnostico de Leptospirosis en cerdos.
Recientemente otros agentes han sido implicados como Actinobacillus Suis (Mauch y Bilkei, 2004) y el PCV2 (Sanford, 2004; Park y all 2005). En realidad las causas infecciosas explican solamente 30-40% de los casos(Holler,1994). Numerosos factores de manejo están implicados en pérdidas de condición corporal, movimientos de cerdas después de inseminación, (Peltoniemi y al. 1999, Geudeke y Gerritsen, 2004) no obstante su rol en pérdidas de gestación en la mitad o tardíamente en la gestación es desconocido.
Tabla 3: Comparativo de métodos de laboratorio para el diagnóstico de leptosipirosis en cerdos.
*.utilizando antígeno PP, **. Con primers Adia 214 y 215
Otro test de laboratorio que puede resultar interesante es la dosis de progesterona. Existen test comerciales mediante ELISA que se pueden realizar en la propia granja (Reproit Ceva Santé Animale)
La comparación de dos o tres determinaciones hormonales de progesterona en sangre de la misma hembra a lo largo de 21 días sirve para diagnosticar el anestro.
Un diagnóstico correcto puede impedir el envío al matadero de cerdas productivas en pseudoanestro y la utilización innecesaria de hormonas gonadotropas (PMSG/HCG) para la estimulación ovárica, evitando el riesgo de aparición de quistes ováricos en hembras productivas (Falceto).
Problemas reproductivos recientes (24-48 h) en una granja de 500 vientres  y su revaluación a los 15 días ayuda en el diagnostico. El simple muestro serológico sin repetición a los 15 días tiene un valor limitado por la omnipresencia de los agentes infecciosos en granja.
La detección de anticuerpos puede realizarse en sangre de los vientres así como en la sangre fetal de fetos inmunocompetentes (>70 días) y/o líquido toraco-abdominal de los fetos abortados o lechones nacidos muertos siendo los mismos testigos de infección ya que la placenta es impermeable a los anticuerpos (Ellis 1999, Mieli 2005).
En caso de sospecha de micotoxinas, una muestra de alimento debe ser enviada al laboratorio a temperatura ambiente, de preferencia en una bolsa que no sea herméticamente cerrada (bolsas con agujeros para permitir el pasaje de aire) a los efectos de evitar la aparición de condensación que puede estimular un desarrollo fúngico.
Búsquedas en fetos momificados: los órganos del feto ayudan en el diagnóstico de ciertas patologías infecciosas como por ejemplo, la remisión de pulmón enfriado de fetos de menos de 17 cm (o sea de menos de 70 días de edad) para detección de parvovirus por inmunofluorescencia o por PCR, sin embargo la ausencia del agente en fetos mayores no descarta su presencia ya que la inmunocompetencia del feto puede haber eliminado el virus (Mieli 2005).
Por el contrario, en caso de sospecha de momificación por circovirus el órgano de elección es el corazón fetal y el envío del mismo debe hacerse en formol al 10%.
Fue descripta la asociación Parvovirus – PCv2 en cerdos por Woods y al en 2006.
Por experiencia del autor es preferible el envío de por lo menos 4-5 órganos de fetos diferentes para aumentar las posibilidades de detección.
Conclusión
Existen diversos factores y enfermedades que inducen  trastornos reproductivos en cerdos y los mismos pueden manifestarse en diferentes momentos de la vida reproductiva de los vientres.
Se resalta sobre todo hoy en día la importancia creciente de los factores no infecciosos (manejo, alimentación, calidad de la mano de obra en granja).
Los factores ligados al macho (semen) ya sea por problemas de calidad, de almacenamiento/transporte o de uso deben ingresar en el síndrome trastorno reproductivo sobre todo en caso de aumentos de retornos regulares post IA.
Una vez la causa detectada es importante evaluar los factores de riesgo que contribuyeron a su presentación. 
Es un desafío para el profesional, el poder encontrar y priorizar los factores de riesgo que penalizan la eficiencia reproductiva de la granja problema.
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