La tensa calma del cambio de mandato presidencial esta por llegar a su fin. A tan sólo dos días hábiles de la asunción del nuevo presidente Carlos Seggiaro brinda algunas precisiones de lo que se puede esperar en materia económica para la nueva gestión.
Según el informe del economista emitido esta semana, las conversaciones que mantuvieron los dirigentes de diversas cámaras como la Unión Industrial Argentina (UIA) tanto con el futuro Presidente como con quienes serán sus ministros, permiten un marco de previsibilidad.
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El primer punto planteado es la relación con el FMI y los compromisos de deuda contraída por Mauricio Macri, en este sentido plantea: “El próximo Gobierno llega con ideas generales ciertamente conocidas, pero no con todos los detalles escritos y masticados. La negociación con el FMI y los acreedores privados, por ejemplo, está en una nebulosa, y desgraciadamente condiciona buena parte del margen de maniobra con el que pueda contar el próximo Gobierno a la hora de definir su estrategia de gasto público. (Nada menos). Hay números que no pueden generar sino preocupación. Los compromisos de pago de la deuda pública con los acreedores privados suma en los primeros 5 meses del año próximo casi 16.000 millones de dólares, pero las reservas netas del Banco Central apenas superan los 12.000 millones. Si no hay un acuerdo con los acreedores y el FMI, se corre el riesgo de pasar de un default selectivo a un default abierto. En ese marco, Alberto Fernández expresó la semana pasada que no quiere que el FMI libere los recursos que aún falta enviar a la Argentina del acuerdo que firmó en su momento Mauricio Macri. Se entiende que no quiere condicionamientos de parte del Organismo Internacional, aunque también está claro que no sobran dólares para hacer frente a todos los compromisos que están en la agenda del corto plazo”.
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A esta compleja situación interna cargada de problemas que hereda el próximo gobierno se suma un difícil panorama internacional. Entre las variables macroeconómicas que pueden afectar la economía domestica, señala el conflicto existente entre Estados Unidos y China. “ La medida conocida este lunes por parte de Donald Trump, cargándole aranceles a Brasil y Argentina sobre el acero y el aluminio tiene que interpretarse bajo esta lógica, en respuesta a las declaraciones de Bolsonaro en relación a un posible acuerdo de Libre Comercio con China”. Por otra parte, Sudamérica está atravesando un escenario de conflictividad, tanto política como social y económica, y esta situación puede influir también en el marcado externo.
Respecto de combo interno Argentina está virtualmente en default, “lo que significa sin crédito, y con un escenario recesivo que ya lleva prácticamente dos años, y que aumentó los niveles de pobreza y desocupación. Todo esto en un contexto de alta inflación. Frente a semejante cuadro queda claro que no hay mucho margen para actuar. El contexto está cargado de restricciones que limitan el margen de maniobra del próximo Gobierno. No hay fiesta en el horizonte. Nos espera un 2020 con fuertes desafíos como país, como sociedad, más allá de que algunos sectores económicos tendrán ciertamente mayores oportunidades que otros”.
Redacción Infopork
