Programa de reducción de antibióticos

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escrito por Germán Piquer

Vet., Msc., PhD. Laura Alarcón
Méd. Vet., Msc. Santiago Capalbo

En la actualidad la presión para eliminar y/o reducir el uso de antibióticos y proteger el bienestar animal están y continuarán induciendo mejoras graduales en los mayores sistemas de producción en todo el mundo.

 

Ante la amenaza de múltiples enfermedades que pueden tener un impacto social severo, los sectores de la producción animal están obligados a dar prioridad al diseño y ejecución de programas de reducción del uso de los antibióticos sin que esto impacte negativamente en la rentabilidad de las empresas. Los antibióticos, utilizados correctamente, son herramientas imprescindibles en el manejo de ciertas enfermedades infecciosas. Sin embargo, durante muchos años se utilizaron y aún hoy se utilizan antimicrobianos como promotores de crecimiento, siendo esto uno de las más probables fuentes de generación de resistencia. Al respecto, el foco de los últimos años está centrado en el complejo ecosistema microbiano que habita en el tracto digestivo de los animales: la microbiota intestinal, compuesta por más de 400 especies diferentes de microorganismos, dependiendo la especie que se considere.

 

Esta diversidad pude ser manipulada por numerosos factores: dieta, medio ambientes, antimicrobianos , prebióticos y probióticos. La relación y preponderancia entre las distintas especies constituyentes, determinan lo que habitualmente se conoce como “salud intestinal”, que influye en gran medida enmuchos de los desempeños zootécnicos de interés económico (ganancia de peso, conversión, mortandad, etc.).

 

BioterCare es un programa de reducción del uso de antibióticos en producción animal mediante la adopción de estrategias relacionadas con la nutrición y la bioseguridad. Las estrategias nutricionales están enfocadas en la salud intestinal desde el momento previo al nacimiento del lechón, comprendiendo las etapas de preparación de cachorras, gestación, lactancia y primeras semanas pos destete.

 

Las mismas contemplan la maximización de la microbiota como aliada para la obtención de mejores índices zootécnicos, siendo un eslabón fundamental para la reducción del uso de antimicrobianos; constituyendo alternativas a los promotores de crecimiento antibióticos y ayudando a mejorar la salud y el sistema inmune de los animales.

 

La bioseguridad abarca todos los aspectos de la prevención de la entrada y propagación de patógenos dentro de un grupo de animales. La importanciacrítica de la salud porcina y surelación con la bioseguridad ha aumentado en los últimos años con la aparición y reaparición de enfermedades difíciles de controlar como el síndrome respiratorio y reproductivo porcino, la peste porcina africana y otras. Es importante considerar que la implementación de medidas de bioseguridad a lo largo de la cadena de producción de cerdos presenta una de las principales soluciones para minimizar el riesgo de introducción de estas enfermedades en la granja, así como su propagación dentro de éstas. Pero su aplicación y progreso continuo, es un gran desafío para las granjas. Laanen y col. (2014) y Postma y col., (2016b) han podido demostrar una asociación positiva entre la bioseguridad (aplicación de medidas preventivas para el ingreso y/o diseminación de enfermedades) y el bajo uso de antimicrobianos.

 

También, Isoumura y col., (2018) comprobaron en las granjas de cerdos de Japón que la aplicación de medidas de manejo como el manejo en bandas con lavado y desinfección en todas las etapas de producción implicó un menor uso de antimicrobianos para el tratamiento de neumonías y enfermedad de los edemas.

 

La bioseguridad puede definirse como la aplicación de medidas destinadas a reducir la probabilidad de introducción y propagación de patógenos.
Cuando las medidas tienen como objetivo la reducción de la probabilidad de introducción, se utiliza el término bioseguridad externa. Cuando las medidas tienen como objetivo reducir la propagación de patógenos una vez que ya están presentes en la granja, se utiliza el término bioseguridad interna. Se puede agregar un tercer concepto, la biocontención, que puede definirse como todas las medidas destinadas a evitar o limitar la propagación de los patógenos presentes en una explotación desde esa explotación a otras. El concepto clave en bioseguridad es evitar la transmisión, ya sea entre granjas o dentro de la granja.

 

Por lo tanto, las medidas aplicables deben resultar en una reducción de la probabilidad de transmisión efectiva. Esto implica un conocimiento de la epidemiología de las enfermedades a evitar. Para el diseño del programa de bioseguridad, los veterinarios que trabajan con porcinos necesitan estos conocimientos, así como análisis de los riesgos de infección y diseminación de enfermedades de sus granjas que permiten evaluar los manejos e identificar las fortalezas y debilidades de los mismos y también ayudarlos a tomar decisiones sobre qué medidas preventivas aplicar en el corto, mediano y largo plazo para la mitigación de dichos riesgos.

 

El establecimiento del programa de bioseguridad debe realizarse siguiendo las acciones que se describen a continuación. Como se observa en la figura, el primer paso consiste en identificar aquello que puede salir mal, es decir, los riesgos existentes dados por las enfermedades ausentes en el país o región pero que constituyen un posible riesgo y también las enfermedades endémicas, pero que la introducción a mi granja de un nuevo serotipo o variante genética del patógeno podría desequilibrar la enfermedad nuevamente como ocurre por ejemplo con la Pleuropneumonia porcina, donde la inmunidad de base poblacional serotipo-especifica que se establece a nivel granja luego de sucesivos brotes, puede desestabilizarse por la aparición en el medio de serotipos heterólogos que generalmente entran a las granjas a través de la adquisición de animales portadores subclínicos.

 

La evaluación del riesgo propiamente dicha nos dará una idea semi-cuantitativa o cuantitativa de posible riesgo de introducción y diseminación de las enfermedades identificadas, por alguna posible vía de ingreso a la granja, como la reposición de animales, los vehículos o las personas. Una vez que obtuvimos nuestras apreciaciones de las vías con mayor y menor riesgo de introducción y diseminación de enfermedades, podemos pasar a la etapa del manejo del riesgo y armar un plan de acción guiados estos por los riesgos calculados, priorizando implementar en forma inmediata medidas de bioseguridad que mitiguen los riesgos más altos. A continuación,debemos poner en marcha este plan de aplicación de las medidas elegidas mediante el desarrollo de protocolos y la formación de todos los actores involucrados en la producción de los cerdos. Para alcanzar adopción de nuevos manejos y comportamiento para la implementación adecuada del programa de bioseguridad se debe realizar mediante la educación, la comunicación y el establecimiento de un sistema de incentivos o reconocimientos (tanto para empleados como para productores) por dedicación en el cumplimiento del programa o por contribuciones para el mejoramiento del mismo.

 

Es sumamente importante que todos los miembros de la empresa entiendan que el programa de bioseguridad es esencial para lograr los objetivos de producción, cumplir con los requisitos del mercado en relación a la reducción del uso de antimicrobianos y estado sanitario. Por lo tanto, el éxito del programa depende en gran parte de la educación y entrenamiento de todos los niveles de personal y la adopción de las medidas de bioseguridad como una responsabilidad de todos. Por último, para garantizar el éxito del programa debe contarse con un sistema de auditoría interno que sirva para evaluar rutinariamente la implementación de las normas y prácticas establecidas, y detectar fallas tanto estructurales como operativas a fin de tomar medidas correctivas en forma inmediata.

 

Auditorías periódicas por personal externo especializado en bioseguridad pueden ayudar también a identificar áreas de mejoramiento y contribuir a la educación del personal de una empresa y la calendarización tanto de estas auditorías como de diagnósticos o exámenes de superficies mediante higienogramas, exámenes de agua, etc.

 

Por último, debemos considerar que para la aplicación de la bioseguridad en cada granja se deben tener en cuenta factores sociológicos e incluso psicológicos, ya que debemos lograr adopción de nuevos comportamientos. Es fundamental conocer la actitud y las expectativas con respecto a la prevención de enfermedades de los encargados de implementar el programa de bioseguridad. También deben tenerse en cuenta los posibles motivadores y barreras. En los últimos años, varios estudios exploraron los factores que influyen en la toma de decisiones de los productores de cerdos,así como su actitud hacia la bioseguridad. Algunos de los factores informados podrían clasificarse como «personales», incluido el conocimiento sobre la transmisión de enfermedades y sobre la bioseguridad, el género (a menudo las mujeres realizan una mejor implementación de los programas de bioseguridad), la edad y los años de experiencia, la personalidad, así como la conexión. de personas a fuentes de información (asesoría técnica, red de productores, etc.).

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