Entrevista a Fernando Grecco, asesor de productores y granjas porcinas sobre la optimización de recursos, el precio de la carne y un tema del que se habla poco: el entorno laboral de un establecimiento porcino.
“Nuestro trabajo es escuchar qué piensa el operario y el productor y con esas dos voces construir consensos y reglas del trabajo para que el sistema funcione” responde Fernando Grecco al ser consultado por su labor en las granjas porcinas. “Cada granja tiene su cultura, su idiosincrasia propia de su trayectoria” cuenta Grecco con el aval de muchos años dedicados al asesoramiento y que le han permitido sintetizar algunas claves para un manejo exitoso del personal: rutinas simples, estables, profesionales y por, sobre todo, eficientes.
Según cuenta el asesor, un tema recurrente es la dificultad de conseguir personal calificado para trabajar en las granjas. “Hay que formarlos, cada productor cada vez tiene la obligación de ir capacitando a su personal. Generalmente no hay experiencia previa en el rubro y hay que empezar con los conceptos básicos y ahí las rutinas y protocolos de trabajo tienen que ser muy simples y efectivos de realizar para que sea fácil incorporarlos” relata.
Para Grecco los productores y dueños de establecimientos porcinos tienen muy claro que el buen rendimiento de la granja va atado directamente a la calidad y la formación del personal; agrega que: “lo importante es que si los colaboradores no están capacitados o motivados para hacer su trabajo el negocio no va tener el rendimiento esperado”.
Teniendo esto bien incorporado más fácil construir consensos de trabajo planteando condiciones de trabajo claras. Otro factor clave en el rendimiento del personal es la motivación. Según su experiencia, el asesor afirma que en líneas generales las motivaciones económicas funcionan muy bien ya sea en forma de bonos, aumentos o premios y que son particulares a cada dueño de establecimiento.
Al consultarle por su perspectiva de la porcicultura actual, Grecco no se mostró tan optimista: “hay un marco de incertidumbre que nos vuelve menos optimistas de lo que quisiéramos. El consumo interno viene creciendo, pero si no va de la mano de la exportación parecería estar un poco frenado el incremento de la producción”.
Haciendo un repaso del año anterior, con los precios bajo el costo de producción los primeros meses de pandemia y una recuperación desde agosto a noviembre, el asesor avizora un precio planchado desde ese momento y que con el alza del precio de los cereales deja menor margen de ganancia aún. Allí es cuando surge la necesidad de estar permanentemente analizando la reducción de costos sin afectar productividad.
En una suerte de autocrítica, Grecco sostiene que las condiciones para crecer son enormes, “pero creo que en el sector porcino en general nos falta una mejora en la comunicación para saber dónde estamos parados y cuánto hay de cierto o no por ejemplo en algunos temas como las inversiones chinas” sostiene y agrega que “sería más interesante que no necesitemos inversiones chinas para crecer y ojala el productor argentino tuviera la inactiva y el acompañamiento necesario de políticas adecuadas que permitan que el sector siga creciendo. Tanto nos cuesta poder concretar el tan hablado agregar valor a la producción primaria”.
Fuente: Redacción Infopork
