Dialogamos con Mariano Ruffo, especialista en genética porcina sobre el procedimiento de la importación de genética hoy.
Como parte de una de las mayores empresas de genética porcina del mundo, Mariano cuenta los avances en los procesos de importación y mejora genética en Argentina: “Hasta hace dos años el progreso genético venia vía Brasil por una cuestión de ley, entonces todos los animales tenían que ser nacidos en Brasil. Hoy con la habilitación de países como Canadá evitamos el paso por Brasil lo cual nos ganamos un año. Brasil compraba a Canadá, en Brasil los animales tenían sus crías y esas crías venían a Argentina; todo ese tiempo es distancia del núcleo y hoy trayendo directamente de Canadá vamos a estar con el paso del tiempo a la altura de Brasil o Estados Unidos, que hacen importación directa desde los núcleos”.
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De manera muy didáctica, el especialista explica el mecanismo de importación que llevan a cabo las empresas: “para la importación de genética el Senasa tiene convenios hechos con países como Brasil y Canadá, habilitados por el organismo. Son años de tratativas y procedimientos, con inspecciones e intercambios. A la hora de realizar el movimiento de los animales se pide una doble cuarenta, en origen y en destino y en ambos lugares se hacen muestreos. Con este mecanismo no hay riesgo de que se importe alguna enfermedad”.
La genética es una industria en constante avance y el especialista habla de los nuevos desarrollos que tienen que ver con la resistencia a enfermedades por selección natural. “Esto se lleva a cabo porque hay una tendencia en los consumidores a comprar alimentos más saludables, menos antibióticos, entre otras características. Se va a buscar que las líneas tengan resistencia a ciertas enfermedades por selección natural y ante cualquier enfermedad ese animal va a ser más robusto a enfrentar esos cuadros, sin necesidad de usar antibióticos” explica.
Para Ruffo la producción de cerdos en Argentina está muy profesionalizada y ha alcanzado un nivel de producción que no debería envidiarle a ningún otro país del mundo aunque aclara que “tenemos desafíos porque nuestros consumidores no son tan exigentes como los de Europa pero tarde o temprano va a llegar”.
Redacción Infopork