Charlamos con Cintia Faletto, Médica veterinaria, sobre la central de inseminación de la Cooperativa de Agricultores Federados Argentinos, la más importante de primer grado en Argentina y Mercosur: el valor de la inseminación sanidad y alta tecnología y el aporte del asociativismo para crecer en producción y calidad.
La central de inseminación es un proyecto en el marco de la Cooperativa de agricultores federados argentinos. “Somos la principal a nivel nacional. Es una cooperativa que surgió hace muchos años con asociados que querían darle un valor a su producción y que lo beneficie” cuenta la especialista.
“Cuando me llaman la mayor parte de las empresas de este país utilizaban inseminación artificial pero la mayor parte de esas empresas producían sus dosis o tenían centrales que les brindaban las dosis. En 2009 se abren las importaciones de semen y machos en pie para renovar la genética argentina” contextualiza Faletto. Para esa época en la cooperativa empezaron a ver que había productores que tenían su producción agrícola y como secundaria los cerdos, es decir estaba dentro de sus ciclos como agregado de valor aparte. “El objetivo de la cooperativa fue ese brindarle un servicio a ese productor pequeño, la manera más rápida de hacer fue haciendo una central dispersora de genes, comprando machos de Brasil” relata.
“Hace 5 años teníamos 10 padrillos y hoy estamos con 20 y nuestro proyecto es seguir ampliando. Pero el espíritu de la cooperativa no es solamente venderle algo al productor asesorarlo y acompañar, la idea es formar productores y renovarle su plantel” agrega Faletto.
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