Entrevista a Lucas Milanesi, Médico veterinario: el contexto de la alimentación en las granjas porcinas, la suba de insumos, el alza de comodities y el uso de las tecnologías.
En líneas generales, sumado al aumento de precios de los comodities de los cereales, se da una situación particular de que el precio internacional del cerdo ha ido bajando. Dentro de esta situación social complicada y de pandemia, países con PPA, y demás factores, entramos a una situación de mercado puntual muy particular” contextualiza el especialista al inicio de la charla.
Al interior de las granjas el especialista sugiere prestar atención a los números de la conversión: “hoy se ubica al costo de producción alrededor de los 125$ por kilo de capón y de eso el 75% corresponde a la alimentación. Si nosotros no somos precisos con la alimentación no nos van a dar los números”.
Considerando que se gasta el 75% del dinero en la alimentación, hay que cuidar ciertos parámetros: una correcta granulometría de la ración, un buen control de calidad de las materias primas, tener en cuenta lo que pasa en el comedero con los animales, la cantidad de animales por comedero. “Empezar a ajustar estos parámetros para cuidar la plata que gastamos en los cerdos” sugiere el especialista.
Sobre la mejora de los índices, Milanesi opina que las herramientas están disponibles y que hay productores que pueden tener un mejor o un peor uso de las mismas, pero cuestiones como la genética y alimentación han evolucionado mucho. “Si no nos ponemos finos con los numero para darles la importancia que tienen, ayudados por técnicos o quien sea, no va a rendir lo que puede y nos vamos a desalentar. Hay que reconocer la situación propia y de ahí dar pasos seguros. Lo que puede ser una formula fantástica para un productor puede que no lo sea para otros” argumenta.
Al ser consultado sobre la calidad de la carne de cerdo argentina, Milanesi considera que se puede hablar de factores influyentes para saber si una carne es de calidad o no; dentro de estas situaciones la alimentación y la genética son muy determinantes. “Tenemos muy buena calidad de cerdo y de carne en nuestro país. No estamos lejos de ciertos estándares y rige un programa para disminuir el uso de antibióticos. Estamos frente a un panorama de poder lograr una producción de excelencia, nos falta infraestructura, financiamiento, no obstante, con la alimentación podemos apuntar con genética y alimentación a un producto de calidad” apunta el veterinario.
Asociativismo
En su planteo, Milanesi no tarda en poner sobre la mesa al asociativismo. Sostiene que hay que empezar a evaluar tranqueras adentro no solo la posibilidad de mejorar los índices o de ser más prolijos en algunas cosas sino la posibilidad de asociarse para formar grupos de compra, grupos de venta. Animarse a juntarse.
“Desgraciadamente la producción tiende a ser una producción de volumen, quizás mucha cantidad de madres en pocas manos. Pero tenemos muchas alternativas para productores pequeños y medianos en cuanto a tratar de mejorar los volúmenes de producción, no es lo mismo un productor de 50 a que se junten 10 productores de 50 madres, ya estamos hablando de una granja de 500 madres donde los volúmenes de compra y venta van a cambiar y se van a poder hacer en conjunto. Formar grupos de compra de insumos, ya sea para los cereales, nutrición, sanidad, permite negociar mínimamente los costos” sostiene sobre el tema.
Es sabido que el precio del cerdo va corriendo bastante más lento que el aumento de los cereales y eso genera complicaciones; para el especialista una solución podría ser armar grupos de venta para generar contratos de venta con determinados frigoríficos asegurándonos que se lleven los cerdos en tiempo y forma. “Permitir que ese clúster o grupo pueda acceder a mejorar ciertas condiciones a la hora de sentarse a hablar para vender su producción” agrega.
Para Milanesi el estado debería estar presente facilitando este tipo de asociativismo y brindar un marco jurídico y legal. “Hay ejemplo de algunos municipios que han otorgado este tipo de estructuras y se han generado buenos grupos de producción” ejemplifica. Para el entrevistado muchas veces también se presenta un obstáculo a la hora de poner en práctica el asociativismo porque muchas veces no se sabe cómo encarar un proyecto así. “Muchas veces los productores no saben cómo implementarlo o encontrarle la vuelta. Facilitando un marco donde no sea tan burocrático generar una cooperativa o una sociedad con fines netamente productivos, el proceso sería más fácil. Los porcicultores han entendido como es el juego del asociativismo. Está costando lograr una unidad de ejecución” finaliza.
Fuente: Redacción Infopork
