Me mudé a un pueblo pequeño apenas me casé, tenía 27 años, mi marido tuvo un traslado por su trabajo y como el mío se podía hacer desde cualquier lugar terminé en el norte cordobés. Recuerdo estar frente a la computadora en la “home office” que me había armado en la nueva casa, cuando confirmé lo que presumía desde el día anterior: la Editorial brasilera para la que trabajaba cerraba la edición en español de la web de aves y cerdos. Me costó entender lo que escuché en ese portuñol mal hablado, así de la nada, lo que había construido se desmoronaba, y quedaban 15 días para que la categoría “Argentina” simplemente desaparezca de esa plataforma informativa. Tenía contratos publicitarios por un año, tenía mi rutina de trabajo, vivía de eso, pero la decisión se tomó y nadie se había acordado de comunicármelo.
Con esa noticia que circulaba dentro de mi cabeza como guiso dentro de una olla a presión salí a caminar. En ese pequeño pueblo de personas con mentes tan arcaicas como los edificios históricos de los que se vanagloriaban no podía caminar mucho sola, estaba mal visto, pero asumí el riesgo.
Me había iniciado como periodista en el sector de la porcicultura en Argentina porque mi padre me mostró esta industria, él dedicó su vida a investigar cómo mejorar la sanidad de este sector, y siempre lo logró con creces. Cuando me recibí de Licenciada en Comunicación decidí que era una buena idea generar un medio de comunicación que sirviera para contener lo que pasaba en esa producción, rara vez las noticias de porcinos eran noticia en las revistas o suplementos de campo, sigue siendo igual aún hoy.
Pero allí estaba, en el pueblo pequeño, en mi nueva vida, con la angustia de no saber.
Tenía dos opciones o dejar todo y buscar otro trabajo, o emprender mi propio medio, opté por lo segundo.
Después de pensar un nombre “Infopork”, me comuniqué con los 3 auspiciantes que tenía entonces. Me permito citarlos porque me acompañaron desde el primer día y lo hacen hasta hoy. Llamé a Alfonso Aguilera, Gerente de Degesa (como pasaron los años), y me dio un impulso rotundo “nosotros te acompañamos”. Llamé a Fernando Eluchans de Vetifarma, y a Marcelo Vilosio, quienes en ese entonces se encargaban de estos temas, y ambos decidieron acompañarme también.
En ese momento trabajaba sola, y créanme que estas personas que decidieron acompañarme fueron para mí un equipo de trabajo.
A 15 años de entonces Infopork y yo cambiamos rotundamente, ya no tengo ese marido, no vivo en ese pequeño pueblo, e Infopork pasó de ser sólo un sitio de noticias digital a una revista impresa, a la que le dimos siempre la mejor calidad que encontramos en el mercado, y la primera experiencia latinoamericana de Capacitación a Distancia en producción porcina, mucho antes de que la pandemia obligara a esa virtualidad que ya nos cansa. Somos un equipo de 5 personas ahora, y nos acompañan más de 35 empresas, puedo decir con orgullo que somos el medio de referencia de este sector productivo.
Cambiaron también Aguilera, Eluchans, y Vilosio, y ahora los contactos publicitarios son responsabilidad de Ivana Allemandi, mi compañera indispensable en este camino. Ahora entiendo esa satisfacción que veía en ustedes cuando yo recién empezaba y no me sentía parte, esa satisfacción de encontrarse en los eventos, de compartir un poco más que el trabajo, de contarse la vida, de sostenerse en las buenas y en las malas.
Podría contar más sobre como crecimos, o enumerar todas las satisfacciones que me dio el haber optado por continuar aquí, pero simplemente decidí contarles esta historia. Primero porque siento cerca a muchas de las personas que la van a leer, y segundo porque en medio de un colapso sanitario, económico y social, creo que es bueno recordar que siempre hay dos caminos, y en uno de ellos hay gente dispuesta a acompañarnos.
Muchas gracias, y feliz 15 cumpleaños.
