Análisis de lo sucedido en el mercado porcino de Argentina y el mundo en el 2021 y proyecciones sobre el posible desempeño de los principales indicadores de la actividad para el año 2022.
Los finales de año cobran una gran importancia a la hora de realizar balances. No es novedad que, en los últimos días del año, las personas tiendan a analizar lo sucedido desde el comienzo del mismo para destacar los sucesos más relevantes, para fijar los aprendizajes y diagramar los cursos de acción de cara al nuevo ciclo que comenzará. Las actividades productivas no son ajenas a esto y cobra especial interés el análisis por sectores, para vislumbrar el desempeño pasado y qué se espera para el futuro.
Para detallar cómo fue el desenvolvimiento del sector de carne porcina de Argentina en el 2021, podría comenzarse por analizar la producción, puesto que este es el indicador más elemental. En esta faceta, nuestro país tuvo un desempeño acorde al fuerte crecimiento que se viene dando desde principios de la década pasada. De esta forma, se estima que la producción de carne porcina alcanzaría las 695.000 toneladas (res con hueso equivalente), superando en casi un 6% el registro del año 2020 (655.000 tn res con hueso equivalente). En efecto, esto conllevaría que en el último lustro se haya crecido a una tasa promedio del 6,7%, mientras que la tasa para 10 años muestra un aumento anual promedio del 8,9%.
Para el año 2022, las estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) afirman que se crecerá poco más del 1%, pasándose de 680.000 a 690.000 tn equivalente a res con hueso. No obstante, vale aclarar que estas cifras son inferiores a las que presenta el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP).
Otro de los indicadores de relevancia son las exportaciones, ya que la faceta exportadora ha sido uno de los principales fundamentos de la elevada dinámica del sector. Al igual que sucedió con la producción, los envíos al exterior comenzaron a representar un peso de importancia en los últimos años. Sin embargo, el aumento de los tonelajes exportados superó las tasas de crecimiento de la producción, alcanzando alzas interanuales superiores al 40% en 3 años (2016, 2018 y 2020), con lo cual se pasó de exportar poco más de 8.000 toneladas en 2015 a 41.000 toneladas en el 2020. Por otra parte, en el 2021, según estimaciones propias, el sector exportador registrará su primera caída desde el 2013 alcanzando cerca de 30.000 toneladas equivalentes a res con hueso. Esto se daría principalmente por una retracción en las importaciones de carne porcina por parte de China luego de la fuerte recomposición del stock de cerdos que se dio luego de que la Peste Porcina Africana afectara notablemente al gigante asiático. Asimismo, el volumen exportado en el 2021 superará con creces los registros de los años previos al 2020.
Por otra parte, para el 2022 las proyecciones para las exportaciones de carne porcina argentina resultan moderadas, al igual que sucedió para la producción. Nuevamente, esto se debe a la recomposición del stock porcino de China, aunque según los datos del USDA el gigante asiático importaría 4,75 millones de toneladas equivalentes a res con hueso, superando en casi un 5,6% al año previo. Al mismo tiempo, en el 2022 el comercio de carne de cerdo a nivel mundial se espera que tenga un aumento de 2,2% respecto al 2021, alcanzando los 11,9 millones de toneladas equivalentes a res con hueso, por lo cual, puede esperarse un repunte en las exportaciones de Argentina.
Respecto al consumo, el mercado doméstico ha logrado incorporar dentro de las dietas de los argentinos una mayor participación de la carne de cerdo. Históricamente, Argentina se caracterizó por ser uno de los países con mayor nivel de consumo de carne, pero tradicionalmente ésta era bovina. En los últimos años, la caída en los salarios reales y los cambios en la alimentación de los habitantes de Argentina, han llevado a máximos el consumo de carne porcina local. En este sentido, se estima que el consumo se aproximaría a las 710.000 toneladas equivalentes a res con hueso en el 2021, lo cual resultaría en un récord absoluto para el país. Tal es así que nuestro país en tan solo 10 años ha duplicado el consumo de carne porcina ya que en el 2011 se absorbieron internamente 350.000 toneladas de cerdo.
Por último, realizando un análisis a nivel productivo, y más puntualmente los costos de la producción porcina, puede vislumbrarse que, con el último rally alcista de los valores de los granos, los valores con los que comenzará el 2022 son superiores a los que se tuvieron un año atrás. En este sentido, tomando el indicador “Mix 5 kg de maíz + 2 kg de soja”, que es una referencia de cual debería ser el precio teórico que debería tener el capón respecto del precio de los granos en los que se basa la alimentación de los capones, y realizando las proyecciones para 2022 en base a los futuros de los granos de MATBA-ROFEX, se puede afirmar que el próximo año comienza con costos un 10% superiores medidos en dólares estadounidenses. No obstante, el promedio de las variaciones interanuales (2022 vs. 2021) arroja como resultado costos 3% más elevados que los registros que se obtienen para el 2021 de los precios informados por la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En resumen, teniendo en cuenta el notable desarrollo del sector porcino de Argentina en los últimos años y el asentamiento que ha tenido esta carne en las dietas del país, puede esperarse que el mercado porcino argentino en el 2022 cuente con perspectivas positivas en cuanto a producción y consumo, así como también apuntala las expectativas un sector externo que demandará una mayor cantidad de carne en el año entrante. No obstante, deberá tenerse en cuenta la evolución de las cotizaciones de los granos, puesto que los mismos representan cerca del 70% de los costos productivos.
Por Alberto Lugones – Julio Calzada – Bolsa de Comercio de Rosario
