La probabilidad de pérdida y mortalidad en los cerdos depende en gran medida del bajo peso al nacer.
Estas primerizas tienen un crecimiento más lento, tardan más en alcanzar la madurez y son ineficientes en términos de reproducción. Al observar la eficiencia de un buen desarrollo de primerizas, es importante prestar atención a los pesos al nacer e identificar las cerdas con fenotipos de bajo peso al nacer, según Jennifer Patterson, coordinadora de investigación de la Universidad de Alberta (Canadá).
“Si tenemos 100 cerdas, alrededor del 10% al 15% de la población tendrá bajo peso al nacer. Sin embargo, [las cerdas de bajo peso al nacer] producirán alrededor del 40 % de los lechones de bajo peso al nacer”, explica Patterson.
Fuentes de bajo peso al nacer
Las granjas deben identificar cuál es la fuente del bajo peso al nacer: hay 2 fuentes de cerdos con bajo peso al nacer:
- Variación de la camada: dentro de cualquier camada, puede tener cerdos de bajo peso al nacer.
- Rasgo de la camada: donde una cerda, repetidamente durante su vida, tendrá camadas enteras de lechones de bajo peso al nacer.
Supervivencia de los lechones frente a la cantidad
Un factor que contribuye a los lechones de bajo peso al nacer es la interacción de las tasas de ovulación y la supervivencia embrionaria. El enfoque en aumentar el tamaño de la camada ha elevado los casos de bajo peso al nacer. Pero algunas compañías genéticas están comenzando a seleccionar el peso al nacer equilibrado con el tamaño de las camadas. Han reconocido la importancia de la supervivencia, en lugar de solo nacer por completo.
Siembre la productividad de por vida
Si hay una población dentro del rebaño que siempre produce cerdos de bajo peso al nacer, es una interacción entre el genotipo y el fenotipo, y los granjeros pueden manejar esto observando la productividad de por vida de la cerda (SW Lifetime Productivity, SLP). El SLP se relaciona con la cantidad de cerdos que una cerda produce a lo largo de su vida, la longevidad, es decir, cuánto tiempo permanece en la piara y la eficiencia general. Hay 4 componentes clave para SLP:
- Edad de la pubertad: la estimulación de la pubertad temprana (aproximadamente 170 días de edad) se ha asociado con una mayor fertilidad a lo largo de la vida y menos días no productivos.
- Peso: Patterson recomienda que las primerizas se críen probablemente entre 135 y 160 kilogramos. Las cerdas que pesan más que esto al servicio serán menos productivas, además de ser más pesadas a lo largo de su vida productiva, por lo que costará más alimentarlas
- Estro: un estudio realizado por el Programa de Reproducción y Desarrollo Porcino (SRDP) de la Universidad de Alberta comparó primerizas servidas en el primer, segundo y tercer celo. Las primerizas servidas en su primer estro registrado tuvieron menos cerdos nacidos en su primera camada, más lechones de bajo peso al nacer y tasas de retención más bajas.
- Edad de servicio – Está intrínsecamente relacionada con la edad de la pubertad. La paridad se correlaciona positivamente con la edad, pero es importante reconocer que los dos no están directamente relacionados.
Para reducir el número de lechones con bajo peso al nacer, es fundamental hacer un seguimiento de los pesos al nacer de las camadas y determinar si los pesos bajos son producto de la variación o de las características de la camada. Una vez que se determina esto, la granja puede gestionar mejor la supervivencia futura de las primerizas.
Jennifer Patterson es parte de un equipo en Livestock Gentec, donde actualmente realiza investigaciones centradas en la resiliencia de la salud. En la Universidad de Alberta, es la Coordinadora Principal de Investigación del Programa de Reproducción y Desarrollo Porcino (SRDP).
