Una industria en picada

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escrito por Germán Piquer

Entrevistamos a Martín Gyldenfelt, gerente de la Cámara Argentina de la Industria de Chacinados y afines, sobre las últimas noticias por los perjuicios generados ante la imposibilidad de importar insumos vitales para la industria. Esto nos decía.

 

Gyldenfelt es Ingeniero Zootecnista y luego de su paso por SENASA y el Ministerio de Agricultura se incorporó a la Cámara en el año 2002. CAIChA, que celebró 80 años de existencia el pasado mes de mayo, es una entidad que agrupa a los mataderos y despostaderos porcinos y a las fábricas de chacinados de todo el país. “Es un sector PYME, si bien el número exacto es difícil de estimar pero se calculan unas 400 fábricas , si sabemos las que tiene el SENASA que ronda las 275” describe el especialista.

 

Esta industria utiliza más de 25 insumos importados para elaborar sus productos que van desde fiambres, salazones hasta embutidos como las salchichas. Todos ellos utilizan algún componente que no se produce en el país: “estamos hablando de nitritos, cloruro de potasio, tripas para embutir y mucho más” enumera Gyldenfelt. Se trata de componentes básicos como es el caso de los nitritos, sin ellos no se puede elaborar fiambre porque aseguran la inocuidad contra el botulismo, por ejemplo. “No hay encima para hacer la digestión enzimática en la faena de cerdos, por ejemplo, para detectar si hay o no triquinosis. Eso también es importado. Cuando decimos envases nos referimos a bolsas plásticas, las que se pueden ver en las góndolas de embutidos de supermercados. Las tripas de salamines y salchichas si bien son de distinto origen son todas importadas sintéticas. Los clips para cerrar salamines, también son importados” continúa explicando.

 

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La mayoría de estos insumos vienen de Europa, Estados Unidos, Alemania o Brasil. La cuestión es que muy pocas las fábricas del exterior que hacen tripas lo que hace imposible instalar algo así en Argentina ya que necesitan una mayor escala, esas fábricas abastecen a la industria del mundo, es prácticamente imposible sustituir importaciones por producción local, según explica el zootecnista.

 

Doble problema

 

A partir de los cambios económicos de las últimas semanas, la industria de los chacinados se enfrenta a dos “nuevos” problemas: los generados por la imposibilidad de ingresar insumos básicos para la producción y, por otra parte, la suspensión de importaciones automática de cortes de cerdos que utilizan en sus líneas de producción.

 

“A partir de la comunicación 7466, la 7532, del Banco Central nos aplica medidas imposibles para girar dinero por las importaciones. Lo que se hace imposible tanto para el proveedor como para el importador. Esto pone en estado de alerta porque los stocks se están agotando y no hay sustitución nacional, con lo cual muchas líneas de producción se van a ir cerrando. Ya lo que se está haciendo es dosificar la producción de los que tienen poco, para que el momento cero stocks sea lo más lejano posible” explica Gyldenfelt.

 

El gerente de CHAICA explica la relevancia que tienen las importaciones de ciertos cortes de cerdo ante una producción primaria local que, en sus términos, no puede suplir los requerimientos de la industria: “Si uno ve las importaciones de carne de cerdo con la evolución de la producción de chacinados, se ve cómo va acompañando el crecimiento de la evolución de producción de chacinados con el crecimiento de las importaciones. Las importaciones son necesarias, cuando hablamos de importaciones nos referimos a pulpa de jamón, pulpa de paleta, panceta y tocino. No es que la industria necesita importar cerdos o carcasas de cerdo, necesita esos cortes. Si me das el 23% más de la faena para sustituir eso que necesitamos, van a sobrar cabezas, patas, rabos, costillares; lo que necesita la industria son los cortes que mencioné anteriormente, por sobre la oferta nacional. En esos cortes no nos puede satisfacer la industria local. Se tendrían que haber faenado 134 mil capones más por mes en 2021 para conseguir esas pulpas, que lo que se importó el año pasado”.

 

En pocos días comienza la época de mayor demanda de productos porcinos, con los stocks de insumos en rojo y los precios del cerdo en pie en alza, esperemos que el consumo de fiambres y embutidos no caiga en picada. 

 

Redacción Infopork

 

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