El alojamiento de cerdas en corrales grupales, lo que redunda en mayor bienestar para los animales, ocurrió en el 62,9% de todo el rebaño de las mayores procesadoras de Brasil en 2022. El año pasado, el nivel de adopción fue del 52,8%.
Según el informe del Observatorio Porcino, difundido en noviembre por la ONG Alianima, las empresas Alegra, Aurora, BRF, Frimesa, JBS y Pamplona suman 1.210.919 cerdas y utilizan corrales de grupo para 762.417 de ellas en 2022.
“Es importante reconocer estos avances, incentivando a las empresas a mantener como meta los plazos estipulados en sus respectivos compromisos públicos”, dice el informe.
Práctica obligatoria
Entre las 6 empresas que respondieron, solo Frimesa retrocedió en 2022 en comparación con el año anterior. Sin embargo, según la Instrucción Normativa Brasileña aprobada en 2020, la práctica será obligatoria recién a partir de 2045 para todos los criadores comerciales de cerdos.
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“A raíz de la transición de los mayores productores de carne de cerdo, se puede comprobar que el plazo de la IN 113 es innecesario y desfasado a la hora de conceder la prórroga del sufrimiento animal”, añade.
Adopción entre las principales empresas porcinas
Pamplona (89%), Aurora (85%), JBS – Seara (70%) y BRF (54%) dicen tener ya más de la mitad de sus rebaños con establos colectivos, mientras que Alegra (41%) y Frimesa (20%). ) seguir debajo.
Todas estas empresas apuestan por sustituir por completo el uso de jaulas individuales para cerdas en plazos que oscilan entre 2025 (en el caso de JBS) y 2029 (en concreto, para Alegra). Los demás firmaron 2026 como fecha límite.
Al menos 1 dificultad
Para una mejor comprensión, el informe del Observatorio del Cerdo también preguntó si las empresas han encontrado dificultades para realizar la transición a la vivienda grupal. Con la excepción de JBS, todos los participantes mencionaron al menos 1 dificultad.
El financiamiento fue el obstáculo más relatado (67%), como en las 2 ediciones anteriores, indicando que no fue solo un obstáculo aislado, sino que ocurre con frecuencia en la cadena productiva de la carne de cerdo brasileña. Otra dificultad fue la aceptación de los productores para realizar la transición.
Fuente: www.pigprogress.net
