El precio de la carne vacuna está sufriendo un incremento importante y paulatino desde el mes de enero. En este escenario, el consumo de cerdo y pollo ganan espacio en la mesa de los argentinos que buscan paliar la inflación de esta manera.
Luego de un 2022 con precios estancados, el valor de la carne vacuna comenzó a aumentar en el mes de enero y continuará los próximos días. El incremento total será de entre un 35 y un 40% y corresponde a un «reacomodamiento» de los valores ya que el año pasado sólo subió un 44% cuando la inflación anual se ubicó cerca del 95%. Ante esta situación crece el consumo de cerdo, en la búsqueda de precios más competitivos.
«Lo que estamos viendo a nivel de consumo es un reacomodamiento de precios generales que está liderado por el precio de la carne vacuna y donde generalmente, en las compras diarias, estamos empezando a buscar algunos precios que sean un poquito más competitivos y ahí es donde la carne porcina principalmente, y el pollo también, ganan mercado y se aprovecha para que se conozca más el producto y los beneficios que tiene», aseguró Javier Brunet, quien es gerente de la Asociación de Productores Porcinos de la Provincia de Santa Fe (Apporsafe).
También puede interesarte: Vietnam comenzará a vacunar cerdos contra la PPA
El referente explicó que, históricamente, la carne porcina siempre cuesta entre un 15 y un 25% menos que la carne vacuna, siempre dependiendo también de las fluctuaciones generales.
«Venimos de un periodo muy extenso donde la carne vacuna estuvo con precios estabilizados y entonces ahí se unificaron muchas de las listas de precios, pero ahora lo que estamos viendo es que esta tendencia motivada en parte por la sequía y por las complicaciones que vienen teniendo los productores para abastecerse de materia prima impacta en la oferta y eso hace incrementar los precios», detalló. Brunet indicó que el consumo de carne porcina lleva un período aproximado de 15 años de crecimiento sostenido y que en los últimos años se ha duplicado la cantidad de carne porcina fresca que se consume: «Estamos en los 20kg por habitante al año», aseguró.
Y si bien los principales productos siguen siendo los tradicionales -bondiola, matambrito, costeletas-, en la actualidad también se han incorporado otros productos como pulpas y derivados (milanesas, hamburguesas, albóndigas). «Hay muchos productos que se han podido posicionar y que estamos viendo que ya se han adoptado en la mesa diaria de la mayoría de las personas en el país», advirtió.
Por último, se refirió al plan que implementará el gobierno nacional de aplicar descuentos del 10% a la compra de carne con tarjeta de débito, y dijo que se trata de «medidas que no mueven la aguja, son circunstanciales».
«A la larga estamos apuntando a que la carne porcina sea cada vez más competitiva. Entendemos que la carne vacuna va a seguir este proceso de incremento de precios y posiblemente también, con una reapertura de mercados de exportación, esto le permita en el mercado interno a estas carnes alternativas ganar espacio y ser cada vez más consumidas», concluyó.
Fuente: www.airedesantafe.com.ar