Por M.V. Marcelo E. Pooli – Coordinador Área Técnica de Cerdos – Bioter S.A.
El mundo se encuentra ante la presencia de un recambio generacional, donde los
consumidores valoran los productos sostenibles y cambian sus hábitos de consumo
por aquellos que generan beneficios para el planeta reduciendo el impacto ambiental.
Y estas preferencias no involucran solamente a lámparas led, vehículos eléctricos o
botellas reutilizables. También lo son por los alimentos sostenibles e inocuos.
Las empresas proveedoras de insumos para granjas de cerdos, y en especial las de
nutrición, nos enfrentamos a este nuevo desafíos de generar un impacto ambiental
positivo. Por ello juegan un rol fundamental las inversiones en investigación y
desarrollo de nuevas tecnologías que logren ofrecer al mercado productos que se
adecúen a estas demandas.
En esta búsqueda de alternativas innovadoras, nos encontramos con la propuesta que
impulsa el Programa Argentino de Carbono Neutro (PACN), que tiene como objetivo
agregar valor ambiental a los productos agroindustriales argentinos desarrollando
herramientas que facilitan el cálculo y gestión del carbono equivalente por producto.
Estas herramientas son de implementación voluntaria y gratuita, teniendo como guía la
alineación a las metodologías y estándares de certificación reconocidos a nivel
internacional.
Desde Bioter entendemos que este programa introduce y acompaña a los productores
en la gestión de la huella de carbono. Por lo cual, como actores de la cadena de valor,
decidimos participar activamente de la mesa sectorial de porcinos del PACN. Este
programa se alinea no solo con la misión y visión de la empresa, que impulsa la
producción de alimentos saludables, sino también con nuestros valores, respetando a
las generaciones futuras, el bienestar animal y el medioambiente.
Nuestro próximo paso, en respuesta a estos desafíos, consiste en informar a los
productores que actualmente disponen de programas nutricionales (como nuestra
línea de engorde HiGrow), donde su tecnología no solo genera un impacto ambiental
positivo, sino que también mejora el retorno económico de la granja, lo cual es
fundamental para su sostenibilidad. Por ejemplo, en colaboración con el equipo técnico
de Adisseo, se calculó el impacto de dos dietas diferentes para cerdos de engorde:
una tradicional y otra que incluye un complejo multienzimático. Este complejo mejora
la digestibilidad de los piensos, reduce el desperdicio de nutrientes y optimiza la
conversión alimenticia, permitiendo así un considerable ahorro en emisiones de gases
de efecto invernadero (GEI). Los resultados arrojaron que al utilizar este complejo
multienzimático se logra una disminución de 3,2 % de emisiones de CO₂-eq/Cerdo,
esto significa -15,4 Kg CO₂-eq/cerdo alimentado. Si hacemos el cálculo sobre 840.000
cerdos en engorde (13 % de la faena Argentina), representa 12.900 tn de CO₂-eq
ahorrados por año, este ahorro equivaldría a sacar 3.100 autos de la calle,
desconectar la energía en 2.500 casas o cultivar más de 210.000 árboles.
Consideramos que todos los actores de la cadena de valor de la producción porcina tenemos que empezar a transitar el camino sostenible, tomar como ejemplo que días atrás, desde nuestro país se realizó la primer exportación a Europa de carne vacuna certificada libre de deforestación, lo que es una oportunidad de producción de calidad para atender la demanda de los principales mercados del mundo, esta certificación será una exigencia desde la Unión Europea para la soja y otros productos. Tengamos en cuenta que no demorará en llegar exigencias de diferentes mercados para importar carne de cerdos sostenible, y para poder abastecerlos debemos estar trabajando en la actualidad.