China, el mayor importador mundial de soja, que representa el 61% del total de ventas externas de esta oleaginosa, está atravesando una crisis significativa en su industria porcina y un notable descenso en las importaciones de soja. Esta situación ha comenzado a afectar las cotizaciones globales, con una disminución en la demanda asiática.
Las recientes especulaciones sobre una posible «guerra comercial» entre Estados Unidos y China, dependiendo del resultado de las elecciones en EE.UU., están generando incertidumbre en el mercado de soja en Chicago. Hasta la fecha, solo se han comprometido 1 millón de toneladas de soja para 2024/25 desde EE.UU. hacia China, en comparación con un promedio de 7,6 millones de toneladas en el mismo período de los últimos cuatro años.
Mientras China se enfoca en comprar soja de Sudamérica, la demanda global está experimentando una disminución. En el primer semestre de 2024, las importaciones chinas de soja cayeron un 9% respecto al año anterior, totalizando 48 millones de toneladas, principalmente desde Brasil, reduciendo la participación de EE.UU. En Estados Unidos y otros grandes productores, se espera una oferta abundante, lo que ha impulsado una tendencia bajista en los precios de la soja. Esta situación se agrava por la desaceleración económica en China y una disminución en el consumo de carne de cerdo.
China representa la mitad del consumo mundial de carne de cerdo, y la harina de soja es crucial para la alimentación del ganado porcino. El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) proyecta una contracción del 3% en el consumo de carne de cerdo local para 2024, influenciada por la desaceleración económica. Además, el número de vientres porcinos ha disminuido considerablemente desde 2023, con una reducción esperada del 3% en 2024, el nivel más bajo desde 2021. Esta disminución reduce la demanda de alimento forrajero, debilitando la necesidad de harina de soja.
En respuesta, los precios de la harina de soja en el mercado de futuros de Dalian han caído un 23% desde principios de año, alcanzando los niveles más bajos desde agosto de 2020. China también mantiene altos niveles de inventarios de soja en sus puertos, entre 7 y 7,7 millones de toneladas en 2024, los más altos en al menos una década, excluyendo 2021.
La caída en los precios de la soja ha reducido los márgenes industriales de las fábricas chinas, que actualmente operan a pérdidas. Según JC Intelligence, todas las terminales de molienda están trabajando en negativo, con márgenes similares a los de 2022.
Esta crisis en la industria porcina y la caída en las importaciones de soja están afectando significativamente el mercado global. China, como principal importador de soja, con un promedio de 100 millones de toneladas anuales en las últimas cinco campañas, sigue siendo un jugador crucial en el mercado. Con el inicio de la nueva campaña mundial de soja en septiembre, las expectativas son de precios más bajos, consolidando niveles mínimos en más de cuatro años.
Fuente: Bolsa de comercio de Rosario