La Empresa Nacional de Abastecimiento (Conab) de Brasil ha anunciado que, para 2025, se espera que la producción cárnica total del país alcance los 31,56 millones de toneladas, lo que representa un incremento de 100.000 toneladas respecto al año anterior. En particular, la producción porcina continúa mostrando un crecimiento sostenido, superando los 5 millones de toneladas desde 2022. En 2024, se alcanzaron 5,36 millones de toneladas, un récord histórico que permitió a Brasil exportar 1,32 millones de toneladas de carne de cerdo, consolidándose como un líder global en este sector. Este aumento en las exportaciones fue impulsado por la creciente demanda de mercados como Filipinas, Chile, Japón, Singapur y México, a pesar de la menor demanda de China.
Para 2025, se proyecta un crecimiento adicional del 3,1% en la producción de carne de cerdo, alcanzando las 5,53 millones de toneladas, con exportaciones estimadas en 1,36 millones de toneladas, lo que marcaría un nuevo récord histórico.
El sector avícola brasileño también sigue una tendencia de crecimiento. Se espera que la producción de carne de pollo en 2024 llegue a 15,31 millones de toneladas, con un incremento en las exportaciones, que superaron las 5 millones de toneladas. A pesar de una caída en los envíos a China (-18%), el aumento de las exportaciones a países como México, Irak y Chile ha impulsado la demanda. Para 2025, la producción avícola podría alcanzar las 15,66 millones de toneladas, con exportaciones que seguirían en aumento, proyectadas en 5,31 millones de toneladas.
En cuanto a la carne vacuna, 2024 se destacó por un aumento significativo en el sacrificio de ganado, llevando la producción a 10,91 millones de toneladas, la cifra más alta registrada hasta el momento. Las exportaciones también crecieron, alcanzando 3,78 millones de toneladas, con China como principal destino, seguida de Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, para 2025, se espera una ligera disminución en la producción, estimada en 10,37 millones de toneladas, debido a la reversión del ciclo ganadero y la reducción de sacrificios de vacas reproductoras. A pesar de este descenso, Brasil sigue proyectando exportaciones robustas y una alta disponibilidad interna, lo que garantizaría que la disponibilidad per cápita de carne continúe por encima de los 102 kg/habitante/año.