“El sector porcino deberá estar alerta a la devaluación en Brasil porque puede impactar fuertemente en las importaciones”, advirtió el economista Carlos Seggiaro en diálogo con Infopork.
El especialista sostuvo que “la economía argentina está en un contexto recesivo, con una procesión de recuperación muy lenta” y resaltó que “la variación interanual revela que para muchos sectores productivos habrá en el 2025 una recuperación muy lenta, por la pérdida del poder adquisitivo de millones de personas”
“Quizás en 2025, la variación del PBI tendrá un crecimiento del 5 por ciento. Pero, no será un crecimiento para todos por igual. Hay sectores que siguen muy golpeados y no creo que el mercado interno tenga una recuperación muy virtuosa”, sostuvo.
Seggiaro destacó que “hay sectores, como los mineros y energéticos, que están creciendo con mucho impulso”, aunque aclaró que “hay otros rubros muy postergados”
“El sector agropecuario puede tener buenos resultados pero eso no significa que vaya a alcanzar grandes réditos”, aclaró.
En relación al impacto de las medidas de desregulación del gobierno de Javier Milei, el economista manifestó que “se están desarmando circuitos administrativos en la Aduana y existe una quita de aranceles de importación que van a provocar un ingreso mayor de productos extranjeros”
“Hay sectores industriales y productivos que van a sufrir esta situación. Adicionalmente a esto, hay una política inflacionaria que tiene un atraso cambiario. En mis recorridos por Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe me cuesta encontrar un productor agrícola al que le cierren los números con este dólar”, reconoció.
Y añadió: “Esta preocupación tiene que ver con el atraso cambiario y los precios internacionales a la baja”
“El único sector que ve un contexto positivo es el lácteo, que mejoró el precio por una baja en la producción”, explicó.
Seggiaro señaló que “hoy, estamos más caros internacionalmente que los uruguayos o brasileños en el precio de la carne vacuna” y consideró que, “aunque ha bajado la brecha cambiaria, mejoraron las condiciones de bonos y acciones, y bajó el riesgo país, la economía real tiene muchas dificultades”
“En el sector porcino se suma el proceso devaluatorio en Brasil como una advertencia. Que Brasil esté devaluando su moneda es una señal de preocupación para el sector por la dimensión que puedan tener las importaciones. Si hay una brecha mayor en términos cambiarios, los frigoríficos argentinos que tienen relación con los brasileros pueden terminar comprando allá”, argumentó. Y agregó: “Será una aceleración de importaciones. Hasta acá no ha ocurrido en términos significativos, pero no podemos descartarlo”
“Según el Fondo Monetario hay un atraso cambiario del 25 por ciento en Argentina y esto limita las posibilidades de exportación de productos nacionales. Al mismo tiempo, abre la puerta a la importación. Todo esto sucede en un mercado interno golpeado y será difícil que esto se revierta el próximo año”, fundamentó.
El economista cordobés consideró que “no habrá un impacto que modifique el contexto inflacionario en el corto plazo”, pero subrayó que “la medición de la inflación tiene un problema metodológico, en el análisis de una canasta básica del 2004”.
“Cuando hablás con cualquier trabajador no te dice que le mejoró el poder adquisitivo. El Gobierno mide una inflación con un índice que nada tiene que ver con esta realidad”, opinó.
Seggiaro expresó que “hay que ser muy cauteloso en los próximos meses y en las toma de decisiones”.
“El Gobierno argentino está absolutamente decidido a sostener este tipo de cambios y si Brasil sigue devaluando vamos a ir a una diferencia cambiaria que puede hacer mucho ruido. Yo creo que no es tiempo de endeudarse ni hacer grandes inversiones”, alertó.
El economista también hizo alusión a una eventual baja de las retenciones y señaló que “para el sector porcino sería una mala noticia que esto puede ocurrir, porque generaría un alza en los costos de producción”
“En los 90 por una diferencia cambiario de provocó la eliminación de muchos productores. La apertura de las importaciones serán una oportunidad para comprar bienes de capital y equipamiento, porque se van a comprar más baratos. El proceso de apertura económica va a mejorar los precios pero cuidado con el tema del endeudamiento. La Argentina tiene muchos parámetros que hoy constituyen señales de alerta”, fundamentó.