Ante la creciente preocupación por la aparición del virus de Aujeszky en Argentina, los criaderos de cerdos de menor escala solicitan que la vacunación contra la enfermedad sea obligatoria, al menos de manera temporal y mientras dure la emergencia sanitaria.
La detección del virus en un gran criadero proveedor de genética encendió las alarmas en el sector, que históricamente consideraba a la enfermedad como un problema circunscripto a pequeños productores sin un impacto significativo. Sin embargo, la falta de vacunas disponibles en el país ha dificultado la respuesta inmediata, lo que motivó a la Federación Porcina a trabajar junto con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en un plan sanitario reforzado, que esperan implementar antes de finalizar el primer semestre del año.
Desde la Cámara de Pequeños y Medianos Productores, explicaron que han participado activamente en reuniones con autoridades sanitarias y han puesto sobre la mesa la necesidad de modificar el status sanitario del país para permitir la vacunación en los establecimientos de menor escala.
El reclamo se fundamenta en las graves consecuencias económicas que puede traer la difusión del virus para los productores de menor escala.
Según estimaciones del sector, para una granja con 100 madres se necesitarían 6.620 dosis anuales de la vacuna, con un costo unitario de 0,80 dólares. Actualmente, los laboratorios Hipra y MSD son los encargados de proveer el biológico, pero los productores insisten en la necesidad de aumentar el stock de vacunas disponibles y en modificar la normativa de Senasa para incluir la categoría de «negativo con vacunación» en los criaderos de menor tamaño.