El Senasa recuerda las principales recomendaciones para reducir los riesgos de esta enfermedad transmitida por alimentos derivados del cerdo y animales silvestres.
En el marco de su campaña anual de prevención de la triquinosis, bajo el lema “Evitá riesgos: consumí y producí alimentos seguros”, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) difundió una serie de pautas dirigidas tanto a productores porcinos como a quienes elaboran o consumen chacinados, embutidos y salazones.
La triquinosis es una zoonosis parasitaria que se transmite al ser humano a través del consumo de carne cruda o mal cocida, proveniente de cerdos o de animales silvestres como jabalíes o pumas, que contengan larvas del parásito Trichinella spp.. Al infectarse, las personas pueden experimentar síntomas inespecíficos como fiebre, dolores musculares, diarrea, vómitos, picazón e hinchazón de párpados. Por ello, ante estos cuadros, es fundamental considerar los alimentos ingeridos recientemente y acudir a un centro de salud.
Producción segura:
En Argentina, una gran parte de la producción porcina se realiza a pequeña escala y está destinada al autoconsumo. En este contexto, el Senasa enfatiza la importancia de mantener condiciones sanitarias adecuadas en los predios productivos, incluyendo el control de roedores, ya que estos animales pueden ser portadores del parásito.
Otra recomendación central es garantizar una alimentación segura para los cerdos. Como la triquinosis no presenta síntomas visibles en los animales, el único método efectivo para confirmar la presencia del parásito es mediante análisis de laboratorio. Para esto, se utiliza la técnica de Digestión Artificial, que permite verificar si la carne es apta para el consumo, dado que el diagnóstico solo puede realizarse después de la faena.
Consumo responsable:
Además de las prácticas en la producción, los consumidores también deben tomar recaudos. El Senasa advierte que muchos productos como salames, chorizos, jamones y salchichas se elaboran a partir de carne cruda, por lo que es fundamental adquirirlos en lugares habilitados y verificar que cuenten con rótulos que indiquen su origen.
Asimismo, se recomienda cocinar siempre la carne de cerdo hasta que desaparezca el color rosado en su interior, asegurando una temperatura interna de al menos 70 grados centígrados. Esta práctica es esencial para eliminar posibles larvas presentes en la carne.
Finalmente, el Senasa recuerda que una correcta prevención permite proteger la salud pública y garantizar la inocuidad alimentaria. Para más información, se puede consultar la Guía rápida sobre triquinosis, disponible en el sitio web del organismo, donde se responden las dudas más frecuentes sobre esta enfermedad.