Consolidación, estrategia y visión a largo plazo son las claves de una nueva etapa para la industria porcina argentina, que avanza en los mercados asiáticos con una propuesta basada en seguridad sanitaria, trazabilidad y eficiencia productiva.
El país se posiciona como un proveedor confiable en un escenario global cada vez más exigente, impulsado por un modelo de integración productiva que va desde la genética hasta la industrialización de la carne, con altos estándares de inocuidad y una gestión profesionalizada.
Un sector con ventajas estructurales y visión técnica
Argentina cuenta con uno de los estatus sanitarios más reconocidos del mundo, libre de enfermedades que afectan a los grandes productores internacionales. Esa fortaleza, combinada con una cadena integrada y un enfoque técnico en cada etapa, consolida una competitividad sustentada en la gestión más que en los costos.
Los avances en profesionalización, control de procesos y mejora continua fortalecen el posicionamiento del país frente a mercados exigentes, especialmente en el sudeste asiático, donde la demanda de proteína porcina mantiene una tendencia en crecimiento.
Filipinas: un destino estratégico en expansión
Entre el 13 y el 16 de octubre, tres empresas argentinas líderes —Alimentaria La Pompeya, La Piamontesa y Tutto Porkys— participaron de una misión comercial en Manila, organizada por la Embajada Argentina en Filipinas.
La delegación visitó mercados, plantas de procesamiento y cámaras frigoríficas, además de mantener reuniones con importadores locales. Uno de los momentos más destacados fue el almuerzo de trabajo con referentes del sector, donde se presentaron platos tradicionales filipinos elaborados con carne porcina argentina, destacando su versatilidad y calidad sensorial.
La participación en el encuentro mensual de la Asociación de Procesadores de Carne de Filipinas (PAMPI) permitió fortalecer vínculos institucionales y consolidar la presencia argentina como un socio comercial confiable, gracias a su solidez sanitaria y consistencia productiva.
Testimonios del sector: estrategia, profesionalismo y visión común
“La inserción internacional de la carne porcina argentina debe entenderse como un proceso de construcción estratégica, no coyuntural. La competitividad del futuro estará definida por la eficiencia y la coherencia entre calidad, cumplimiento y gestión”, señaló María Eugenia Braidot, de Tutto Porkys.
“Estar en el lugar al que llegan nuestros productos y conocer cómo nuestra carne se consume es clave. En un mundo donde el cerdo es la proteína más demandada, presentarnos unidos nos hace más fuertes. Competir con gigantes como Brasil requiere estrategia, pero nuestra calidad y trazabilidad nos diferencian”, destacó Ornella Giacosa, de La Piamontesa S.A.
“El contacto directo con importadores y procesadores filipinos fue fundamental. Regresamos con expectativas de crecimiento en este mercado y con un profundo reconocimiento al trabajo del SENASA y la Secretaría de Agricultura por la apertura sanitaria concretada este año”, sostuvo Matías Sosa, de Alimentaria La Pompeya.
Una proyección de crecimiento sostenible
La apertura del mercado filipino confirma la proyección del cerdo argentino en Asia y marca un paso clave para la diversificación de destinos de exportación.
Con una base sanitaria sólida, infraestructura en expansión y capital humano calificado, Argentina se perfila para escalar en volumen y valor agregado.
