El traspaso de Quickfood, el fabricante de las populares hamburguesas Paty, al grupo brasileño Marfrig dio un nuevo paso ayer: la firma brasileña decidió terminar con los rumores y confirmó que está en proceso de compra de cuatro empresas del sector cárnico en la Argentina y Uruguay. Además, le puso un número a la operación que, globalmente, alcanzaría a una cifra total de US$ 266,8 millones.
Mediante un comunicado difundido en Brasil, anunció ayer que tiene firmados protocolos de entendimiento para la potencial adquisición de cuatro empresas de su segmento una vez que finalicen los procesos de auditoría ( due diligence ) sobre esas firmas, que estarían concluidos en 50 días. Las cuatro empresas son Quickfood (el 70,51% de las acciones), su controlada en Uruguay, Establecimientos Colonia, la bonaerense Vivoratá (Best Beef SA) y la cordobesa Estancias del Sur. "Lo que acabamos de firmar son memorandos de entendimiento para la compra de esas empresas. Para concretar los negocios, primero tenemos que esperar el resultado de las auditorías", dijo el director de Relaciones con los Inversores de Marfrig, Ricardo Florence.
Vivoratá faena 800 cabezas por día y produce 15 toneladas de hamburguesas por día. Estancias del Sur faena 1000 cabezas por día.
"Nos gustaría estar comprando un frigorífico en Brasil", se lamentó el presidente de Quickfood, Luis Bameule, cuando disertaba ante 600 ganaderos en una jornada realizada en Vicuña Mackenna, Córdoba, en referencia a las políticas consideradas erráticas en materia de ganadería que tuvo la Argentina en los últimos años. El directivo recordó que a principios de año le envió al presidente Néstor Kirchner una propuesta para la actividad, pero que hasta el momento no tuvo respuesta ni del primer mandatario ni del ministro de Economía, Miguel Peirano, y tampoco del secretario de Agricultura, Javier de Urquiza. En Economía informaron que los directivos de Quickfood fueron recibidos por el asesor Manuel Herrera, pero no plantearon la posibilidad de la venta de la empresa.
Estas adquisiciones en el sector de la carne -que se suman a los desembarcos de la también brasileña JBS y las norteamericanas Tyson Foods y Cargill- están despertando inquietud entre empresarios frigoríficos y los productores ganaderos que ven con preocupación que la mitad de la cuota Hilton (de exportación a la Unión Europea) asignada a la Argentina ya esté en manos de empresas extranjeras. "Hay una decisión política de Brasil de manejar el comercio mundial de carnes; por eso están comprando frigoríficos en todo el Cono Sur, e incluso en Estados Unidos. No son inversiones genuinas; no vienen a construir y generar nuevos puestos de trabajo. Vienen a comprar porciones de mercado, y lo hacen con subsidios de su gobierno", afirmó Miguel Schiaritti, presidente de Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la Argentina (Ciccra).
"La mayor preocupación es que eslabones importantes de la cadena de valor de un producto como la carne quedan en manos extranjeras que fugan ganancias y no reinvierten lo que deberían. Habría que rediscutir la distribución de la cuota Hilton", afirmó el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi. "Somos defensores de la apertura económica y el libre mercado, pero en este caso tenemos que lamentar que no sean las empresas nacionales las que salgan a comprar. La Argentina, el país más competitivo en el sector de la carne, está dejando espacios y está quedándose atrás", dijo el presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens.
