En los siete primeros meses del presente año las exportaciones europeas de carne de cerdo fresca, refrigerada y congelada alcanzaron un total de 490.000 toneladas, representando una bajada del 4% respecto del año anterior.
Respecto de las exportaciones hacia Japón se observa que el descenso de las mismas se ha cifrado en un 6% en los siete primeros meses del año, mientras que las exportaciones hacia Rusia han disminuido un 25% respecto del año pasado.
Según publica la OECE, Corea del Sur y Hong Kong en cambio han experimentado un aumento de sus importaciones de carne de cerdo procedente de Europa.
Según un informe sobre las perspectivas de los mercados agrarios de 2007-2014 realizado por la Comisión Europea, se prevé que la producción de carne de cerdo en la UE crecerá a un ritmo inferior al que lo hizo en los 90.
La competencia de la carne de pollo y los altos precios de la alimentación serán los principales factores limitantes, según estima dicho informe. Este bajo ritmo de crecimiento lo estiman con cifras de un crecimiento medio del 3,2% en el 2014 con relación a la producción de 2006.
Se estima que seguirá siendo la favorita de los consumidores, esperándose que el consumo medio en la UE-27 aumente de 41,9 kg en 2006 a 43,2 kg en 2014.
En 2006, las importaciones de carne porcina en la UE-25 alcanzaron las 20.000 toneladas (+38,5%), mientras que las exportaciones aumentaron en un 8,1% hasta los 1,6 millones de toneladas. Este aumento se debió fundamentalmente al incremento de las ventas en Rusia como consecuencia de que este país cerró sus fronteras a la carne brasileña con motivo de la fiebre aftosa.
A medio plazo se prevé un descenso de las exportaciones de la UE de los 27, por el descenso de producción y la dificultad de poder competir con otros países con menores costes de producción, ayudados además por la relativa fuerza del euro en relación con otras divisas. Se espera que continúe la expansión del comercio intracomunitario.
