Con el aumento del producto vamos a terminar con gastos superiores a los cuatro millones de pesos, afirmó el presidente de la Asociación de Porcicultores de Yucatán.
Mérida.- El presidente de la Asociación de Porcicultores de Yucatán, Carlos Ramayo Navarrete, demandó un subsidio para la compra de maíz forrajero, en el que erogan entre dos y tres millones de pesos y que subirá 60 por ciento en 2008.
Dijo que ‘con el aumento del producto vamos a terminar con gastos superiores a los cuatro millones de pesos, por lo que se trata de un fuerte impacto para la producción de carne de cerdo no sólo local, sino nacional’.
En entrevista, explicó que el grano forrajero lo adquieren en Estados Unidos, cuyo precio se elevará a dos mil 800 pesos por tonelada a partir de enero del 2008, debido a la sobredemanda del producto, que está ligada a la creciente producción de etanol.
Expuso que ’si tomamos en cuenta que el transporte del grano aumentará, a consecuencia del incremento en el precio de la gasolina, vamos a pagar hasta tres mil pesos por tonelada a partir del próximo año’.
Detalló que el alza será de 60 por ciento con relación a los precios actuales y dijo que ‘el problema es que no hay suficiente maíz forrajero en México para la porcicultura y hay que importarlo de Estados Unidos’.
Consideró que ’si tuviéramos un subsidio de por lo menos 50 por ciento en la importación del grano, no habría problemas para mantener la producción de carne y nuevas crías en los próximos años’.
Asimismo, afirmó que ‘ya no es noticia nueva que los criadores de cerdos en México están hoy amenazados por la quiebra, ante la poca competitividad de sus productos por las grandes importaciones de carne desde Estados Unidos y Chile’.
Ramayo Navarrete mencionó que tan sólo en Yucatán, son más de mil las granjas que hoy pasan por serios problemas por la caída estrepitosa de la comercialización de sus productos.
Indicó que ‘ya hemos pedido la intervención de las autoridades, pero nada han hecho, así que sería bueno que consideraran apoyarnos por lo menos con un subsidio para alimentar al hato’.
