“Annus Horribilis, el peor año de la historia o una situación nunca vista”. Éstas son algunas de las expresiones utilizadas por las organizaciones agrarias para hacer un balance del sector porcino de Lleida durante el año 2008. Los productores calculan que la crisis de precios sufrida desde mediados de 2007 por el incremento de los costes de producción, sobre todo por el encarecimiento de los piensos, ha arrastrado a unas pérdidas acumuladas para los productores de porcino leridanos de 49,2 millones de euros durante el año pasado. Para realizar la estimación, recuerdan que la cabaña porcina de Lleida, según los datos de Agricultura, es de 3.286.093 animales, lo que sumado que por cada cerdo engordado se han dejado de ganar media 15 euros, alcanza la citada cantidad. En el caso de Catalunya, donde la cabaña es de 6.358.128 animales, las pérdidas llegan a los 90 millones de euros.
Ante este panorama, el responsable del sector porcino de Unió de Pagesos (UP), Rossend Saltiveri, comentó que “la situación es preocupante, ya que lo que nos ha pasado este año con los costes de producción, nunca lo habíamos vivido”. Dentro de un contexto de crisis económica, Saltiveri espera que la población apueste por el consumo de carne de cerdo en detrimento de otras más caras, como pueden ser la ternera y el cordero. De todas formas, señaló que “los consumidores ya están realizando un cambio de hábitos y compran partes menos nobles del animal, como los pies de cerdo, cuando antes optaban por el solomillo o el lomo”. Además, también se decantan por la carne de pollo.
La esperanza de los ganaderos es que la tendencia que ya se inició a finales de 2008, donde los costes de producción empezaron a bajar, se mantenga y dé un alivio a los granjeros. Mientras, “nosotros tenemos que seguir haciendo nuestro trabajo: reducir los costes y aumentar la competitividad”, recordó el responsable del porcino de la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC), Ramon Armengol. Tras confirmar que el año 2008 pasará a la historia por las pérdidas acumuladas de los productores, Armengol también confió en que en el recién estrenado 2009 los costes de producción para engordar a los animales desciendan. Respecto a la posibilidad de que la situación económica favorezca un incremento de la carne de cerdo, precisó que “el consumo también caerá y los productores tendremos los mismos problemas de liquidez y de dificultades financieras que cualquier pequeño empresario”.
En la misma línea, el consejero delegado de Mercolleida, Francesc Ollé, consideró que el 2009 será un buen año para el sector porcino “siempre que no se note demasiado en el consumo la crisis económica”.
Ollé también espera una estabilización de los costes de producción “que deberían llegar al mismo nivel que en 2006”. Asimismo, espera que las ventas se mantengan, ayudadas por las empresas y los mataderos que exportan.
Por otro lado, Ramon Armengol advirtió de la progresiva falta de peso de los sacrificios de cerdos en la provincia de Lleida. En este caso, las últimas cifras del DAR constatan que en 2007 la demarcación leridana sacrificó 2.085.883 cabezas de cerdo, cuando en Catalunya se mataron 16.353.138 animales. De esta forma, Lleida sacrifica un 12,5% del total de cerdos de Catalunya, cuando tiene la mitad del censo.
