La administración británica está recomendando a los ganaderos que lleven orejeras de protección cuando vayan a alimentar a sus cerdos, ya que el ruido puede ser superior al de un martillero neumático o a una sierra de cadena.
De acuerdo con la normativa británica, cuando el ruido supera los 80 decibelios tienen que protegerse con orejeras. Por este motivo, en un folleto editado por los Servicios de Sanidad Pública del Reino Unido, sobre normas esenciales de salud y seguridad en las explotaciones agrarias, se recomienda llevar orejeras para prevenir la sordera.
En instalaciones con un elevado número de cerdos, el ruido de los chillidos producidos por éstos, cuando están esperando ser alimentados, puede ser superior a los 100 decibelios.