El único multiplicador porcino del sector cooperativo y campesino existente en la provincia oriental cubana de Guantánamo, exhibe alentadores resultados en la reproducción de animales de mejores cualidades genéticas, al cumplirse un año de su puesta en funcionamiento.
El centro está ubicado en la finca La Esperanza, propiedad del destacado porcicultor Luis Enrique Simón Savón y acreedora de la Doble Excelencia, una de las máximas categorías del Programa Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana.
Durante ese lapso, a diversos productores campesinos les vendió 29 cochinatas de un alto valor genético, con un peso promedio superior a los 120 kilogramos establecidos por el Grupo Empresarial Porcino Nacional, del Ministerio de la Agricultura.
Entre los favorecidos aparecen porcicultores de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida Frank País García, de Casimba Arriba, en el municipio de Manuel Tames, a la que pertenece Simón Savón.
Asimismo, otras 39 cochinatas sustituyeron a reproductoras del centro, ya envejecidas. Las futuras reproductoras se logran del cruzamiento de hembras Yorkshire con sementales Duroc Jersey y Landrace.
El multiplicador cuenta con la tecnología flat-deck para alojar a las madres y sus crías, así como a las precedas. Las tarimas de piso ranurado mejoran las condiciones higiénicas de los corrales, pues no permiten acumular excretas y orina.
Por esa razón, La Esperanza no registra mortalidad entre las crías y las precebas, animalitos destetados al mes de nacidos y que son engordados durante 90 días hasta los 30 ó 35 kilogramos de peso, antes de pasarlos a las naves de ceba.
Las hembras que nacen con las condiciones óptimas para la reproducción son preservadas, mientras que las rechazadas y los machos pasan al proceso de cebado, con destino al sacrificio.
De estos últimos hay unos 600 animales en La Esperanza, la tercera parte del rebaño existente.
El año pasado, Luis Enrique Simón Savón fue uno de los porcicultores que más aportó a la producción porcina de la provincia, al obtener 146 toneladas de carne en pie. Para el actual la meta es 160 toneladas, pero el porcicultor no descarta llegar a las 200, pues incrementó de 50 a 100 las reproductoras en uso.
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