El agua que se utiliza en los establos debe ir a los cultivos de frutas, pastos o cereales. Esa es una norma que enmarca la eficiencia, es reciclaje.
Una muestra de lo anterior son los granjeros en Carolina del Norte y Carolina del Sur, quienes son muy eficientes pues siguen las directrices de los científicos del Servicio de Investigación Agrícola, ARS, quienes han desarrollado prácticas muy efectivas.
De acuerdo con el líder de investigación Patrick Hunt, el ingeniero agrícola Ken Stone y el científico del suelo Matias Vanotti de ARS, el “alto contenido de nutrientes en el agua residual de la producción del ganado puede limitar su uso para el riego de cultivos. Además, el riego rociado puede aumentar las emisiones de amoníaco y otros compuestos orgánicos volátiles presentes en el agua residual”.
Los trabajos se realizaron durante dos años en pasto Costa Bermuda, para la búsqueda de heno, el cual fue regado con agua residual de ganado tras la eliminación de las concentraciones de amoníaco, nitrógeno y fósforo.
“El agua residual es a menudo eficaz en tasas más bajas. Estos resultados significan que con el agua residual tratada de los cerdos, se les provee a los cultivos de forraje suficiente agua y fertilización para igualar los beneficios de alimentar los cultivos con un fertilizante comercial”, agregaron.