El campo malagueño se hunde y los agricultores aseguran que todos los cultivos han dejado de ser rentables. Los precios de los productos agrícolas han caído en picado este año y ya se sitúan en los niveles de 1985, mientras que los costes de producción han subido en torno al 70% debido al alza del petróleo, los abonos y los productos fitosanitarios. La ganadería tampoco se ha salvado de esta situación y la patronal agraria Asaja mantiene que las pérdidas superan el 10%.
El olivar es el único sector que ha salvado la producción agrícola total de la provincia de Málaga en 2008. La organización agraria calcula que la producción final se situará en los 578,29 millones de euros, un 1,5% más que el año pasado, gracias al olivar, que este año ha tenido una alta producción y ha facturado 177,2 millones de euros.
Pero si se excluyen estos cultivos, los resultados son "catastróficos" y las pérdidas rondan el 7,5%. El presidente de Asaja, Javier Ciézar, explicó ayer que los precios de los productos agrícolas no dejan de hundirse y las cosechas se están dejando sin recolectar ante la nula rentabilidad que les supone a los agricultores.
Los cítricos de la comarca del Guadalhorce, los más castigados por la sequía, y los cereales son los más afectados. "Los agricultores prefieren dejar los limones en los árboles para que se pudran antes que cogerlos, mientras que muchas cosechas de cereales están almacenadas y pendientes de venta porque los precios de mercado están igual que hace más de 20 años", señaló.
La culpa, según criticó, la tienen la globalización y "el abuso que ejercen unas cuantas multinacionales que controlan el mercado y que fuerzan la bajada de precios al tratarse de productos perecederos, aunque después este descenso no repercute en el consumidor". Ante esta situación, Ciézar confió en que los países de la Unión Europea "caigan en la cuenta de que la despensa no se puede tener fuera de las fronteras y en manos de desaprensivos".
Las frutas y hortalizas también se están vendiendo a precios muy bajos y otros cultivos, como el de la castaña y la almendra ha caído más de un 60% este año.
La rentabilidad ha sido "absolutamente negativa" en todos los sectores, incluido el ganadero que este año además se ha visto castigado por el brote de la lengua azul detectado en la provincia.
El secretario provincial de Asaja, Carlos Blázquez, aseguró que las pérdidas registradas en la ganadería han alcanzado el 10,01% con respecto a la facturación del sector ganadero durante el año pasado, que superó los 190 millones de euros.
La producción de porcino es la más afectado, ya que los precios han caído de manera estrepitosa, al igual que los becerros que "hoy en día no valen nada en el mercado", indicó.
Pero a los bajos precios que tienen, hay que sumar además la subida de los costes del pienso y la falta de pastos en el campo por culpa de la sequía y que han supuesto un sobrecoste de producción para muchos ganaderos de la provincia.
Ciézar también denunció que los robos en el campo continúan aumentando y que las aceitunas "se roban ya por miles de kilos". Asaja volvió a insistir en la necesidad de incrementar la vigilancia policial.
