Las dificultades en la salida de la carne de cerdo han obligado a los mataderos de porcino a paralizar la actividad durante un día a la semana para reducir la producción. Fuentes del sector indicaron que durante los próximas semanas, los mataderos optaran por una reducción del volumen de sacrificios para sostener los precios y que no disminuyan más los pesos de los animales.
Además, los mataderos prevén que con el recorte de los sacrificios los márgenes comerciales que obtienen puedan aumentar. Los mismos operadores del sector porcino explicaron que, como consecuencia de la caída del consumo típica de la época veraniega y el menor peso de los cerdos por el calor estival, “el mercado de las exportaciones está paralizado, por lo que los mataderos apuestan por recortar la actividad”. Asimismo, la bajada de los pesos a nivel europeo ha provocado que se pierda competitividad en las ventas al exterior. Este descenso en la entrada de carne se produce en los paises de sur, donde el clima es más cálido, ya que en el norte de Europa, las temperaturas son más templadas y los animales acostumbran a ganar peso.
De todas formas, los productores reconocen una disminución generalizada de la demanda a nivel europeo. Aún así, recuerdan que esta tendencia se produce cada año por las mismas fechas.
Asimismo, los ganaderos aseguraron que “los esfuerzos realizados” en la reducción de la cabaña está teniendo los primeros efectos. Así, añadieron, que el menor volumen de carne de cerdo en el mercado ha llevado a una subida de las cotizaciones.
En la sesión semanal de la lonja de Mercolleida, celebrada ayer, se acordó mantener el precio del kilo de cerdo en 1,305 euros. Los ganaderos reclamaban aumentos de hasta dos céntimos debido a la caída de la oferta.
