Pretende preservar la calidad, la competitividad y el derecho de los consumidores a través de información veraz. Además garantizará la competencia leal en las transacciones comerciales y dotará de mecanismos de control a las autoridades competentes.
Aunque con algunos meses de retraso, el Consejo de Ministros ha aprobado esta mañana la tan esperada norma de calidad del Ibérico, que afectará a la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos.
De lo que se trata es de preservar la calidad y competitividad de estos productos con objetivos que persiguen: facilitar información veraz al consumidor, garantizar la competencia leal en las transacciones comerciales que realizan los operadores del sector productor e industrial y dotar de mecanismos de control a las autoridades competentes.
Entre las novedades que contempla dicha norma, cabe destacar la definición de términos como dehesa o montanera; introduce una regulación del aprovechamiento de la dehesa como ecosistema de producción tradicional del cerdo ibérico para las categorías de bellota y recebo, con el objeto de proteger dicho ecosistema: la territorialización de las zonas de la dehesa; la inclusión de una nueva designación en función de la alimentación; el refuerzo del control en campo o el establecimiento de un registro informativo público de entidades de inspección y certificación.
Además, se constituye la Mesa del Ibérico, formada por el MAPA y las comunidades autónomas y en la que participará el sector, con el fin de coordinar las actuaciones de inspección y certificación de los productos procedentes del ibérico.
