La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) dio ayer la voz de alarma. Las explotaciones ganaderas de la provincia atraviesan la mayor crisis de los últimos veinte años y el 15 por ciento de las 3.000 granjas existentes en Jaén están a punto de cerrar. Según la UPA, en lo que va de año el sector acumula unas pérdidas de 3 millones de euros, una cantidad considerable si tenemos en cuenta que en 2006, por ejemplo, el valor de la producción fue de 104,9 millones de euros, según los datos que maneja la Junta de Andalucía. Los que peor lo están pasando son los más pequeños, empresas de carácter familiar que viven exclusivamente de esta actividad y que no pueden soportar un incremento de los costes de explotación que, a juicio de la UPA, supera en algunos casos hasta el 30 por ciento.
Las comarcas más afectadas por esta recesión son precisamente las más desfavorecidas de Jaén. Así sucede con el ovino y el caprino de la Sierra de Segura (fundamentalmente en el municipio de Santiago de la Espada), el porcino de Vilches, del bovino de Sierra Morena y el avícola de Sierra Mágina. También se observa una gran incidencia en la Sierra Sur y en El Condado.
El cereal, por las nubes
Esta coyuntura tan complicada se debe fundamentalmente al encarecimiento de los piensos. O para ser más exactos, de la materia prima con la que se hacen los piensos. El cereal está por la nubes por dos motivos fundamentales. Primero, porque el mercado demanda más producto que el que se oferta, debido al aumento de las importaciones por parte de países emergentes como India y China y al descenso considerable de la cosecha en los dos grandes proveedores mundiales, Argentina y Canadá. Y segundo, por la acción de los especuladores, los que retienen el grano a la espera de que suba su valor por los requerimientos de las industrias bioenergéticas.
Otro factor que está influyendo de forma muy negativa es la baja cotización de la carne. Es significativo que mientras que el kilo de cordero se cotiza en origen a 6,6 euros, en destino alcance hasta los 9,6. O la ternera, que al principio de la cadena vale 3,5 euros el kilo, y al final, 14,4. A todas estas circunstancias hay que agregar el impacto negativo de la lengua azul, una enfermedad que no se ha declarado en Jaén (sí en Cádiz, Sevilla, Huelva y Málaga), pero que supone la inmovilización de la cabaña en un radio de 20 kilómetros, con todas las cargas que ello supone para los pastores.
Reivindicaciones
Por todo ello, la UPA ha convocado una movilización en Sevilla para el próximo 27 de septiembre. La secretaria de Organización y Administración de UPA-Jaén, Ana Dolores Rubia, comenta que con esta medida de protesta se solicita a las administraciones que regulen el comercio internacional de carne. También se reclama la concesión de una línea de ayudas directas o vía fiscal para el alimento de las reses, y un mayor control del mercado, de tal forma las diferencias de precios entre lo que ganan los productores y lo que pagan los consumidores no sean tan desorbitadas.
