Tras dos años de negociaciones, el Gobierno alemán cerró la semana pasada en Pekín un acuerdo para exportar carne de cerdo a China.
La industria porcina alemana, la mayor de Europa, dirige así su atención al gigante asiático, que le aportará no sólo millones de potenciales clientes, sino también un mercado para las orejas, pezuñas y otras partes del cerdo que no tienen gran valor para el consumidor alemán.
La experiencia previa en Hong Kong ha resultado prometedora, ya que durante la primera mitad de este año la exportación de estas partes de porcino alcanzó un volumen de más de 70.000 toneladas. La producción de carne de cerdo alemana alcanzó los 4,6 millones de toneladas en un año, una producción de la que un 30% se destina a la exportación. Mientras tanto, la expansión de la clase media china impulsa la demanda de carne. De acuerdo con Matthias Kohlmueller, de la consultora de mercado para el sector agropecuario ZMP, “el mercado chino ha dado un giro para pasar de exportador a importador neto a una velocidad increíble”. Kohlmueller cita los desastres naturales que han azotado China recientemente como factores que han contribuido a esta situación.
En la actualidad, EEUU, Dinamarca, Francia y Canadá son los principales proveedores de carne para China. A pesar de tener cerrado el acuerdo, algunas cuestiones han quedado abiertas, ya que cada potencial exportador alemán debe ser inspeccionado por un equipo de veterinarios y obtener una certificación del Gobierno chino. Según la Asociación Alemana de la Carne, en los próximos meses se espera que 10 de las compañías alemanas candidatas puedan recibir el visto bueno y comenzar a exportar a lo largo de 2009. Michael Stab, encargado de la sección de cárnicos en la Asociación de Granjeros Alemanes, afirma que “los volúmenes de exportación no serán enormes, el principal mercado para la carne alemana seguirá siendo Alemania, después la Unión Europea y, por último, el resto del mundo".
