Autores: M.V. Ambrogi Roberto, M.V Funes Rodolfo, M.V Bertone Judith y M.V. Tamiozzo Pablo
IntroducciónEn números anteriores de esta revista, hemos señalado que una de las mayores pérdidas en los sistemas de producción porcina actual, se relacionan a enfermedades digestivas. Estas producen altos índices de mortalidad, disminución de la ganancia diaria de peso, incremento de los índices de conversión, retardo en la edad a faena y un alto costo de medicación y frustración del personal.Dentro de los patógenos que causan procesos entéricos en cerdos en desarrollo y terminación encontramos a la Lawsonia intracellularis. Estudios recientes realizados por la Universidad de Río Cuarto, demostraron que el 92% de las granjas estudiadas en las 6 provincias de mayor concentración porcina, tenían anticuerpos contra L. intracellularis indicado que la enteropatía producida por L. intracellularis se comporta como una enfermedad endémica en la mayoría de las granjas, aunque en muchos casos los cerdos no presenten diarrea. Además, tanto el diagnóstico patológico como el clínico, tienen algunas dificultades en los casos en que los animales están siendo tratados con antibióticos, porque impiden la observación de la sintomatología y lesiones típicas de cada una de sus diferentes formas de presentación.Este agente se caracteriza por tener tres formas clínicas de presentación:-Una forma crónica, que en un primer momento se observa como una diarrea moderada con deposiciones irregulares y pastosas de color normal, transformándose luego en una diarrea liquida pudiendose observar a la necropsia una enteropatía proliferativa.necrótica (Foto LCronica)-Una segunda forma de presentación, es la subclínica que es más difícil de detectar porque solo se observa desigualdad en los lotes, sin diarrea (Foto 3). Tanto los casos crónicos moderados y los subclínicos son difíciles de diagnosticar pero son relativamente comunes. En este último, es probable que solo se encuentren lesiones leves en el intestino al realizar la necropsia.-Una forma aguda, que se da principalmente en cachorras de reposición y animales mayores a 180 días de vida, presentando una diarrea semi-liquida de color rojo alquitranado. (Foto L. Aguda) DESARROLLO DEL PROBLEMA
Descripción de la granja:
La granja cuenta con dos galpones de gestación con capacidad para 415 hembras totales, un área de maternidad con 12 salas de 8 jaulas cada una, 10 salas de destete con capacidad para 1200 animales, donde ingresan con 21 días y salen a los 62 días de edad con 22 a 23 kilos en promedio. La etapa de desarrollo-terminación esta conformada por 4 galpones con full slap con capacidad de 550 a 600 animales cada galpón y además posee una pista de engorde de piso sólido con capacidad para 1080 animales.
Planteo del problema:
El productor nos llama porque desde hace treinta días, viene observando animales con diarrea cuando pasaban de la recría al desarrollo. La diarrea comenzaba teniendo un color amarillento y con alimento sin digerir ( Foto 4 ). A los pocos días el color se tornaba marrón claro y la consistencia se hacia pastosa; la sintomatología se presenta a los 20 días de ingresado al galpón de desarrollo – terminación. Solo 2 de los cuatros galpones de desarrollo – terminación presentaron el problema. En ambos, el cuadro comenzó en 2 corrales para luego diseminarse por todo el galpón.
Como medida de control el veterinario medicó en la ración con tiamulina 130ppm y clortetraciclina 400 ppm a los animales desde los 70 días de vida, durante 10 días, observándose muy buena respuesta al tratamiento.
Diagnóstico antemortem:
Se tomaron muestras de materia fecal de 5 animales, en cada una de las siguientes categorías 80, 90, 100 y 110 días de vida, para procesarlas por PCR para L. intracellularis y Brachyspira pilosicoli. Dando 4 muestras positivas para el primer agente y negativo para el segundo.
Además se tomaron 10 muestras de sangre de animales de 70, 90, 110 y 130 días de vida. Todas las categorías fueron positivas a serología para Lawsonia intracellularis, los animales de 110 y 130 días de edad fueron positivos en un 88,8%, los de 90 días lo fueron en un 66,6% y los de 70 días en un 55%.( Grafico 1) (Grafica 1)Distribución por edades de la serologia para Lawsonia intracellularis.
Diagnóstico postmortem:
Se realizó la necropsia, de una hembra de 84 días de vida que presentaba los signos clínicos descriptos anteriormente, pudiéndose observar los ganglios inguinales aumentados de tamaño, edematosos, el intestino delgado presentaba congestión en la mucosa y un exudado catarral ( foto 5) y en el riñón zonas pálidas.Se tomaron muestras para: Histopatología de ganglio inguinal, riñón, íleon Bacteriología de ganglio mesentérico. PCR: materia fecal En la histopatología el ganglio inguinal solo presentó congestión generalizada. En el riñón se observaron escasos focos de nefritis intersticial mononuclear. Los túbulos contorneados mostraron signos de degeneración hidrópica en sus epitelios y en la luz abundante descamación celular. En el íleon se observa hiperplasia, agrandamiento y ramificación de las criptas. En la bacteriología el ganglio mesentérico sembrado en Agar Sangre y a Mac Conkey, no se observó ningún desarrollo. El PCR de la materia fecal de este animal fue positivo a L. intracellularis y negativo a Brachyspira pilosicoli. Consideraciones finales: Tanto los hallazgos clínicos, patológicos, serológicos y de PCR, permiten hacernos suponer un cuadro de Enteropatía Proliferativa producida por L. intracelularis.
Otras técnicas de diagnóstico, como la tinción de Plata y la inmunoperoxidasa, que si bien son más económicas que la PCR, tienen como limitante el tiempo que se necesita para procesar las muestras y la necesidad de contar con el Ac específico de origen garantido. Estas técnicas tienen la ventaja de detectar el agente en el lugar de la lesión a diferencia de la serología que detecta animales que han tenido contacto previo con el agente o la PCR que puede detectar animales con descargas fecales pero sanos actualmente. La elección de la técnica a aplicar dependerá del momento en que nos encontremos en el curso de la enfermedad dentro de la piara.
Él diagnostico y control de este agente se dificulta en las granjas de nuestro país, por su forma de presentación subclínica o por su asociación con otros agentes que enmascaran la sintomatología típica. En general para el productor pasa inadvertida si no lleva buenos registros de aumento diario de peso y conversión del alimento. Así el gran desafió es disminuir la presentación de esta enfermedad, lo que se puede lograr a través de un correcto diagnóstico y el tratamiento rápido con drogas de elección. Dentro de las medidas correctivas a corto plazo estaría la implementación de terapia con antibióticos en la ración. Pudiendo destacar que la tiamulina tuvo un muy buen resultado en este caso, existiendo también otras drogas que se podrían estar usando como son la acetil tilosina, tilosina y lincomisina. Hay que recordar al momento de realizar la medicación en la ración, que se debe considerar los mg/kg de peso vivo que recomienda cada laboratorio, el consumo diario de la categoría a medicar y recién determinar las ppm a aplicar. Para el mediano plazo, se deben extremar las medidas de higiene y desinfección de las salas, así como pensar en el uso de una vacuna viva disponible en el mercado.
