El presidente de Asaja Huelva, José Luis García Palacios, y el de la Asociación Provincial de Industrias de la Carne de Huelva (AICE Huelva), Antonio Carrasco, criticaron hoy ante los medios de comunicación los efectos negativos que la entrada en vigor de la Norma de Calidad del Ibérico, promulgada en 2007 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha tenido sobre las explotaciones ganaderas y las industrias cárnicas del ibérico tradicional.
El presidente de Asaja Huelva, José Luis García Palacios, y el de la Asociación Provincial de Industrias de la Carne de Huelva (AICE Huelva), Antonio Carrasco, criticaron hoy ante los medios de comunicación los efectos negativos que la entrada en vigor de la Norma de Calidad del Ibérico, promulgada en 2007 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha tenido sobre las explotaciones ganaderas y las industrias cárnicas del ibérico tradicional.
En una nota, Asaja Huelva y AICE Huelva aseguraron que hablan en nombre de la mayor parte de las explotaciones ganaderas y las industrias cárnicas de Andalucía "que han optado por continuar criando y produciendo al estilo tradicional, cuidando la crianza del cerdo en dehesas, la raza y un manejo que garantiza una alta calidad en el resultado de la elaboración de productos, que también se lleva a cabo con un proceso artesanal y especialmente cuidado".
Precisaron que la promulgación de la Norma de Calidad del Ibérico, cuya redacción se inició con el objetivo de preservar la raza porcina ibérica, la dehesa y los valores añadidos que en torno a ella se han desarrollado, "no ha venido a hacer otra cosa que a permitir que a un cerdo cruzado se le pueda llamar ibérico, mientras que el cerdo ibérico se ha visto obligado a llevar el apellido 'puro".