Síndrome Estrés Porcino (Segunda parte)

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escrito por Redacción Infopork

primera parte

Diagnóstico.

Existen varios métodos para predecir la susceptibilidad de los cerdos al PSS. 

Prueba de halotano.

El primer diagnóstico del PSS, se realizó a partir de la prueba del halotano, debido a la relación existente entre el anestésico halotano y el PSS (Eikelenboom y Minkema, 1974). Esta prueba es sumamente confiable para la identificación de los cerdos homocigotos recesivos. Se conoce que el diagnóstico por halotano detecta más del 90% de los homocigotos recesivos y menos del 10% de los heterocigotos para el defecto PSS (Shen y cols., 1992). Este método tiene el inconveniente que no diferencia entre animales sanos no portadores y sanos portadores, e identifica a algunos animales enfermos homocigotos recesivos como normales (Calvo y cols., 1997). Los cerdos susceptibles a estrés son sensibles al halotano a las 8 semanas de edad. Si el peligroso anestésico, se retira inmediatamente después de la aparición de signos evidentes de rigidez en las extremidades y antes de la aparición de la hipertermia fulminante, la mortalidad del método es mínima. El método consiste en administrar, por vía inhalatoria, el anestésico halotano y observar la reacción del animal. Los cerdos que permanecen no reactivos durante un período de 5 minutos, se consideran normales. Los cerdos se adormecen sin aparecer contracturas ni espasmos musculares. Los animales enfermos manifiestan contracturas y espasmos musculares (Blood y cols., 1988; Grobet y cols., 1992; Calvo y cols., 1997).

Niveles de creatina – cinasa en la sangre.

El nivel de creatina – cinasa es más alto en cerdos susceptibles a estrés y se considera útil para la identificación de los animales con susceptibilidad a PSS. Puede utilizarse la prueba de la creatina – cinasa como criterio selectivo para estimar la resistencia a estrés y la calidad de la carne. Para ejecutarla, se somete primero a los cerdos, a una prueba de ejercicio normal y se toman muestras de sangre 8 a 24 horas después, con el objeto de determinar los niveles de creatina – cinasa. Es buena la correlación entre dichos niveles y la prueba del halotano. Se observa también un incremento en los niveles de enzimas séricas en porcinos durante el transporte de la granja al matadero. Sin embargo, no se encuentran niveles elevados de creatina – cinasa en el suero de todos los cerdos con el cuadro de PSE. La prueba inicial se ha modificado de modo que la sangre puede colectarse en forma de gotas sobre un papel filtro y se envía por correo al laboratorio para identificación por una técnica bioenzimática. El método de la luciferasa para determinación de creatina – cinasa en sangre entera, se considera un procedimiento discriminativo útil para el PSS (Blood y cols., 1988). 

Tipificación de sangre.

Este método se usa para la identificación de cerdos susceptibles. En el cromosoma 6 del cerdo, se ha identificado una región con 4 loci, los cuales contienen los genes responsables de las variantes de las enzimas 6 fosfogluconato deshidrogenasa y fosfo isomerasa. El sistema del grupo sanguíneo H es determinado por uno de los loci y la sensibilidad al halotano lo es por genes de un locus de esta región, la cual tiene un interés muy particular, debido a que se ha comprobado una conexión muy estrecha entre ella, y algunas características muy importantes en la carne, como lo es el PSS. De este modo, puede utilizarse el grupo sanguíneo para descubrir cerdos sensibles y portadores a PSS (Blood y cols., 1988).

Carne pálida, blanda y exudativa.

Esta característica se valora mediante un índice de calidad de carne que combina color, pH a las 24 horas después de muerto y capacidad de retención de agua. Casi todas estas pruebas predicen fácilmente los ejemplos más graves del PSS, pero no son lo bastante precisas para identificar tendencias hacia el empeoramiento, lo cual restringe su valor en los programas de reproducción.

Prueba de contracción por cafeína y halotano.

Se realiza a partir de biopsias musculares de animales sospechosos. Esta técnica es muy usada en humanos para diagnosticar MH. Las muestras de músculo son colocadas en solución salina normal oxigenada y conectadas a un tensiómetro que mide la fuerza de desplazamiento. La tensión isométrica es grabada por un polígrafo durante la exposición a 5% de halotano, incrementándose progresivamente la cantidad de cafeína. La concentración de cafeína en 1 gramo, incrementa la tensión. Cuando la concentración de cafeína es menor que 4 mM y el músculo desarrolla más de 0,5 de tensión, se expone al halotano, considerándose a los cerdos MH susceptibles. Los heterocigotos tienen resultados intermedios (Maclennan y cols., 1990; Shen y cols., 1992; O’ Brien, 1995). El uso de técnicas del ADN recombinante, como la PCR y los polimorfismos de la longitud de los fragmentos de restricción (RFLPs) (Fujii y cols., 1991) junto con los polimorfismos de conformación de cadena simple (SSCP) (Bauerová y cols., 1995), permiten la detección de animales sanos, enfermos y portadores con una seguridad del 100%.

PCR-RFLPs.

Básicamente, el método de diagnóstico desarrollado consiste en la amplificación específica de un fragmento del gen Ryr1, que contiene la mutación, mediante la técnica de PCR. Posteriormente, se realiza una digestión con enzima de restricción para visualizar los resultados mediante electroforesis en gel de agarosa, diferenciándose claramente los tres genotipos (Calvo y cols., 1997).

PCR-SSCP.

Este método, a diferencia de PCR-RFLPs no requiere enzima de restricción y gel de agarosa. El costo del diagnóstico se reduce a la mitad, es más fácil y rápido que el método PCR-RFLPs. Los fragmentos amplificados son visualizados en una corrida electroforética en un gel de acrilamida a 3° C (Nakajima y cols., 1996).

Hallazgos a la necropsia

En el PSS, siempre se observa rigidez cadavérica posterior a la muerte, con putrefacción de la canal, más rápidamente que en condiciones normales. Durante la necropsia, se comprueba que las vísceras están congestionadas y hay casi siempre aumento del líquido pericárdico con presencia de congestión pulmonar y edema. Los músculos, especialmente glúteo medio, bíceps crural y dorsal largo, están pálidos y blandos, lo cual puede manifestarse inmediatamente después de la muerte, pero alcanza un máximo al cabo de unas 2 horas. Por examen histopatológico se comprueba degeneración hialina del músculo esquelético y cardíaco. Se aprecian cambios floculares y hialinos. En los casos crónicos hay fagocitosis, mineralización y regeneración de células musculares con fibrosis (Blood y cols., 1988).

Tratamiento.

No suele realizarse tratamiento en los síndromes agudos, aunque se dispone de varios medicamentos para la protección de los cerdos contra la MH inducida por fármacos. En efecto, una combinación de acepromacina y droperidol retardará el comienzo o evitará la aparición de MH inducida por halotano y dandrolene. La necrosis aguda del lomo se trata satisfactoriamente con isopirín y fenilbutazona (Blood y cols., 1988).

Control.

El control de la enfermedad consiste en reducir el estrés impuesto a los cerdos, manejo apropiado de los animales y selección en contra del alelo mutado.
Recomendaciones propuestas para disminuir la incidencia de muertes por estrés en el transporte.
1.  Densidad de animales durante el transporte. Aunque es difícil dar recomendaciones precisas sobre la densidad máxima de animales durante el transporte, la mayoría de los trabajos coinciden en que menos de 0,35 m2 por animal es desaconsejable. Algunos autores, recomiendan densidades considerablemente superiores (0,5 – 0,55 m2 por animal). El diseño del camión es igualmente importante, y se deben utilizar sistemas de compartimentación que permitan transportar a los animales en grupos de 6 a 8 animales (Manteca, 1998). El Instituto Americano de la Carne (American Meat Institute, 1991) recomendó para cerdos de 90 kg una densidad de 0,32 m2 en invierno y 0,37 m2 en verano; y para cerdos de 113 kg una densidad de 0,40 m2 en invierno a 0,46 m2 en verano.
2.  Temperatura y ventilación. Evitar el transporte durante las horas más calurosas del día en verano asegurando ventilación adecuada durante el transporte para reducir las muertes y evitar la disminución en la calidad de la carne. Igualmente, la instalación de duchas en los camiones tiene efectos marcadamente positivos (Manteca, 1998). Cuando la temperatura supera los 15° C, se recomienda usar arena o aserrín mojado para mantener frescos a los cerdos. Si pasa de los 23° C, hay que rociarlos con agua antes de embarcarlos en granjas y ferias. En épocas de calor, no se debe cubrir el piso con paja. Cuando haya menos de 15° C, se podrá usar paja o aserrín seco (American Meat Institute, 1991).
3.  Rampa de carga y descarga de los animales. Cuando la carga y descarga de animales se realiza por rampas, éstas no deberían tener una inclinación superior al 15%. Es importante señalar, por otra parte, la conveniencia de diseñar granjas de cerdos de modo que el desplazamiento de los animales hasta el camión pueda realizarse con la mayor facilidad posible. Finalmente, debe evitarse en lo posible, el tratamiento brusco a los animales, durante la carga y descarga por parte del hombre (Manteca, 1998).
4.  Alimentación y agua antes y durante el transporte. Doce horas de ayuno son suficientes, aunque trabajos recientes sugieren la posibilidad de que el consumo de una cantidad reducida de pienso, poco antes del transporte, podría tener efectos beneficiosos. Por otra parte, los animales deberían tener acceso al agua hasta inmediatamente antes del transporte (Manteca, 1998). Finalmente, de acuerdo con la legislación de la Comunidad Europea, no deben transcurrir nunca más de 24 horas sin que los animales sean alimentados y abrevados.
5.  Sistema de conducción. Una conducción cuidadosa, que evite cambios súbitos de velocidad y virajes bruscos tienen una considerable influencia positiva, desde el punto de vista de reducir las pérdidas económicas como a la hora de aumentar el bienestar de los animales (Manteca, 1998).
6.  Control del PSS mediante selección genética. Se logra seleccionando en contra del alelo mutado, eliminando animales homocigotos recesivos y heterocigotos. De esta forma, la prevalencia de PSS se disminuiría en un 65% manteniendo las condiciones de manejo anterior a la faena. Actualmente, se ha desarrollado una línea de machos Piétrain, libre del gen del estrés, de muy buena calidad de carne, comparado con animales de la misma raza homocigotos recesivos, con doble copia del gen mutante. La nueva línea Piétrain halotano negativa, presenta rendimientos de carne magra y conformación equivalentes a las líneas halotano positivas (Gispert y cols., 2000; Garnier, 2001). Es lógico considerar el genotipo de los animales cuando se negocia la integración de los eslabones de la cadena productiva. En los últimos años, las empresas de mejora genética prueban la calidad de la canal en sus cruzamientos comerciales (Gispert y cols., 2000).
7.  Otra norma de selección, más conservadora que la anterior, plantea la cruza de cerdas madres resistentes a estrés con verracos portadores, para así mantener la musculatura y el porcentaje de magro en las reses porcinas (Calvo y cols., 1997).
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