Autores: Med. Vet. Andres Cugno y Med. Vet. Hernán Fessia. Dpto técnico Vetifarma s.a.
Desde hace unos años se han ido introduciendo en el país líneas genéticas provenientes de distintas partes del mundo, principalmente de Europa.
Esto ha permitido, además del mejoramiento de la calidad de la carne de cerdo, la mejora de los parámetros productivos. Lo que nos ha llevado a pasar de aproximadamente 10 lechones destetados por cerda, a granjas que en la actualidad están destetando 12 o más lechones por cerda.
Es a causa de estas líneas genéticas hiperprolíficas, que el desafío actual es trabajar sobre la producción de leche y el desarrollo de la glándula mamaria de la cerda, para de esta forma lograr peso y cantidad de lechones en las camadas destetadas, sin perjudicar el desarrollo reproductivo futuro.
La producción de leche es dependiente de la cantidad de células productoras que se encuentran presentes en la glándula mamaria al inicio de la lactancia. Existe una correlación positiva entre el número de células y la tasa de crecimiento del lechón (Farmer 2013).
Factores que influencian en la producción de leche.
• Manejo de la primer lactancia: este es un punto muy importante ya que de esta práctica va a depender el desarrollo mamario y la producción láctea durante la vida productiva de la cerda.
Lo que se aconseja realizar en las granjas es “cargar” a las cerdas primerizas con la mayor cantidad de lechones como sus mamas lo permitan.
Estudios recientes demuestran que pezones que se utilizan durante la primera lactancia producirán más cantidad de leche en el resto de las mismas (Farmer 2012). Esto nos proporcionará menor mortalidad en maternidad y mejores pesos al destete.
• Manejo nutricional y alimentación: en la etapa “prepuberal “restringir la alimentación desde el día 90 de vida en adelante afecta drásticamente la masa de tejido mamario, es por ello que recomendamos que las cachorras que ingresen al sitio 1 con una edad de 140 días posean ganancias de peso mayores a 650 grs por día. De los 140 días en adelante debemos dar un alimento con 3200 kcal, 16 % de PB, aportes adecuados y balanceados de amino ácidos, vitaminas y minerales para desarrollar el aparato locomotor y reproductivo.
Durante la gestación los altos niveles de energía pueden tener efectos sobre el desarrollo mamario y la producción de leche posterior. Cerdas primerizas muy gordas, con espesor de grasa dorsal por encima de 35 mm, reducen el tamaño mamario y la producción de leche en comparación con primerizas mas magras (25 mm de grasa dorsal).
Durante el periodo de lactancia es importante aumentar los niveles de proteína y energía en la dieta, esto desarrolla la glándula mamaria y mejora la producción láctea. Es imprescindible maximizar el consumo de alimento en este periodo, para optimizar la producción de leche y la posterior salida en celo de la cerda. Las mismas deberán alimentarse a discreción en su lactancia, tratando de consumir un piso de 8 kg de alimento por día.
No olvidarse que el agua es el principal alimento, tener en cuenta calidad, cantidad y disponibilidad.
• Manejo de las camadas al parto: como se mencionó anteriormente debemos armar las camadas ocupando todas las tetas disponibles, teniendo en cuenta la uniformidad de los lechones. Es por ello que recomendamos colocar a las cerdas primerizas los lechones de mayor tamaño para realizar una estimulación adecuada de la glándula mamaria. Este tipo de manejo nos llevará tener un aumento en las células productoras de leche incrementando la producción láctea.
Cuando una teta no es mamada pasado los tres días se produce un proceso “irreversible” con el consecuente secado de la glándula, por otro lado, la involución es “reversible” después de 48 hs posparto de no amamantamiento, pero la glándula rescatada nunca va a producir tanta leche como si se utilizara desde el inicio de la lactancia. (Farmer 2013)
• Manejo del ambiente: el manejo del ambiente en maternidad es complejo, ya que en la misma unidad debemos generar confort para la cerda y para sus lechones. Como generalidad podemos decir que la temperatura óptima en la sala para la cerda es aproximadamente 20 grados Celsius y para un lechón recién nacido debe ser de 37 grados Celsius. Mientras mas nos alejemos de esos parámetros, mayor será el impacto sobre el desarrollo de la glándula mamaria. Si la hembra esta fuera de su temperatura de confort, disminuirá su consumo de alimento afectando la producción láctea, a esto se le suma un efecto de estrés que afecta el sistema endócrino productor de hormonas que actúan a nivel de la glándula. Si los lechones están fuera de su rango de confort (por debajo de 35 grados Celsius), se puede producir un aletargamiento de los mismos que generará disminución de la succión y por ende afectará el desarrollo mamario.
Estos cuatro puntos arriba detallados, son algunas de las medidas de manejo generales que debemos tener en cuenta para el desarrollo de la glándula mamaria. Existiendo otros lineamiento mas específicos como genética, desarrollo del sistema endócrino, capacitación del personal que realice las tareas en gestación y maternidad, entre otros.
Recomendamos a los productores trabajar de la mano de técnicos capacitados para expresar al máximo el potencial genético que tenemos disponible en la actualidad.
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