La producción porcina en Bolivia atraviesa una grave crisis. Los ganaderos del país, especialmente en el departamento de Santa Cruz, se ven obligados a reducir sus operaciones debido a los elevados costos de las materias primas y otros insumos esenciales, sumados a la situación económica inestable. Así lo ha informado Jorge Méndez, presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores de Santa Cruz (Adepor), quien ha alertado sobre el estado de emergencia que enfrenta el sector.
En declaraciones al diario El Mundo de Bolivia, Méndez subrayó que el 70% de los elementos necesarios para la cría de cerdos deben ser importados. La dependencia del mercado internacional y la incertidumbre económica han provocado una disminución en la oferta, ya que muchos granjeros optan por reducir su producción. «El panorama es incierto, y muchos han tomado la decisión de recortar sus operaciones», señaló.
Otro factor crítico que agrava la situación es la escasez de carburantes, lo que dificulta el transporte de personal y productos hacia y desde las granjas. «El país está en emergencia», afirmó Méndez. «No se puede llevar granos a las granjas ni comercializar cerdos sin combustible, y las carreteras bloqueadas complican aún más la situación».
Frente a este escenario adverso, varios ganaderos han comenzado a reducir la actividad en sus granjas, limitando los partos y recortando personal. La incertidumbre y las dificultades logísticas amenazan con provocar un descenso aún mayor en la producción porcina en Bolivia, impactando negativamente en la economía del sector y en el abastecimiento del mercado interno
