La retracción en el consumo de alimentos es tan palpable que así se está traduciendo en la clara disminución de la actividad de los mataderos, cuyos sacrificios de ganado se redujeron de forma significativa en el primer semestre de este año con respecto al mismo periodo de 2008, según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). En ganado porcino, el número de animales llevados a matadero cayó en algo más de un millón de cabezas con respecto a los primeros seis meses del año pasado. En Cataluña, primera productora a nivel nacional, fue menos acusado el descenso, mientras que en Andalucía se registró un discreto incremento de los envíos al matadero. En nuestra Comunidad aragonesa, se acusó un descenso del 9,82 por ciento de los porcinos sacrificados.
En cuanto al ganado vacuno, el mayor descenso porcentual corresponde a esta Comunidad, con la significativa cifra del 25,05 por ciento, aunque en términos absolutos es más importante el registrado en Cataluña. En el caso del ganado ovino, el descenso general fue del 12,72 por ciento, lo que supone cerca de un millón de cabezas sacrificadas menos que en los seis primeros meses del año pasado. Sin embargo, en nuestra Comunidad se acusa la mayor caída nacional con el 26,02 por ciento, que se viene a traducir en algo más de medio millón de cabezas sin sacrificar. Los sacrificios de caprino, por el contrario, se mantuvieron estables en el periodo de referencia de 2008, aunque con evoluciones muy diversas dependiendo de las Comunidades Autónomas. En el caso concreto de la aragonesa, el descenso se plasmó en el 28,48 por ciento.
Los datos sobre sacrificios de aves y conejos en el primer semestre de 2009 muestran también un descenso que alcanza hasta un 5,47 por ciento. Sin embargo, en muchas Comunidades aumentaron los sacrificios respecto al año pasado, pero eso no fue suficiente para compensar el resultado negativo en Cataluña, considerada como la primera productora nacional. Deslindando la cifra anterior, los sacrificios de conejos disminuyeron el 9,33 por ciento, es decir, un millón largo del censo de esta especie. Sin embargo, en Aragón la cifra bajó muy discretamente, con 2,8 millones de conejos sacrificados. La tónica general es de menos consumo, descenso de actividad en los mataderos y, por ende, drástico recorte en los censos ganaderos.
