Simultáneamente en todo el país, integrantes de la Confederación de Porcicultores entregaron ayer en las delegaciones de la Secretaría de Economía un documento en el que exigen adoptar medidas urgentes para proteger esa actividad productiva, ante el embate de EE.UU./ Grosera actitud de Luis Achurra Fernández
Socios de la Unión de Porcicultores de Yucatán, encabezados por su presidente Carlos Ramayo Navarrete, entregaron ayer en la delegación de la Secretaría de Economía un documento suscrito por la presidencia de la Confederación de Porcicultores en el que se subraya la crisis nacional por la que atraviesa esta actividad productiva.
El Sr. Ramayo y sus acompañantes solicitaron entrevistarse con el responsable de la delegación en Yucatán, pero un sujeto que se identificó como “subdirector”, de manera poco amable intentó evitar que el delegado atendiera personalmente a los porcicultores, con el pretexto que su jefe se encontraba en una “importante reunión”; sin embargo, Ramayo y demás socios insistieron y luego de unos 15 minutos fueron atendidos de manera descortés por Luis Achurra Fernández, delegado de la Secretaría de Economía, mismo que se notaba contrariado y con apariencia de no tener mucho tiempo para atender a los presentes, que de pie y casi en la calle, fueron escuchados.
Durante el forzado “diálogo”, el presidente de los porcicultores yucatecos informó al delegado que de manera simultánea en todo el país incluyendo se estaba haciendo entrega del citado documento, en el que se informa al Gobierno Federal de la crisis por la que atraviesa la porcicultura nacional.
Carlos Ramayo Navarrete destacó que la porcicultura mexicana, desde 1994, ha sucumbido ante su contraparte estadounidense por condiciones estructurales que no recogieron los negociadores del Tratado de Libre Comercio, dadas las asimetrías existentes en aquel entonces.
Manifestó que aquí los precios de insumos de granos y oleaginosas son superiores en 40 dólares en relación con su competidores de la Unión Americana, lo cual representa una pérdida de competitividad de aproximadamente el 24% en el costo directo de producción del kilo de cerdo y que los productores mexicanos, están padeciendo un incremento del 58 % en los costos del grano forrajero, principal insumo en la producción del puerco.
Indicó que por vez primera, en los últimos 50 años, los precios del cerdo nacional están por debajo del precio de los vecinos del norte y esto se debe a la saturación de carne importada, así como la concentración de la demanda de cerdos vivos para el abasto nacional.
Los porcicultores nacionales demandan al Gobierno Federal, entre otras cosas, las siguientes: Suspender temporalmente las importaciones de carne de cerdo bajo las fracciones arancelarias 02031201 y 02031201 hasta en tanto se corrija la situación de crisis en la porcicultura mexicana y que se implemente medidas compensatorias que mitiguen las limitaciones estructurales de competitividad frente a las importaciones.
Solicitan también la implementación de una salvaguarda bajo el acuerdo agrícola de la Organización Mundial de Comercio, que no requiere de compensación al país afectado por parte del gobierno mexicano.
Por último, Ramayo Navarrte recordó que el 18 de abril del presente año, en reunión de trabajo convocada por la Comisión Especial de Ganaderìa de la Càmara de Diputados del Congreso de la Unión, los representantes de la SAGARPA y la Secretaría de Economía, en conjunto con los Drs. Jorge Witker y Rodolfo Cruz Miramontes, representantes de los productores, se plantearon una serie de medidas encaminadas a la búsqueda de mecanismos alternos de protección a la porcicultura, ante el embate que ésta ha sufrido con el incremento inusitado del volumen importado. De dicha revisión, resultó la procedencia de la aplicación de salvaguardar bajo el artículo 5 de Acuerdo sobre Agricultura, para lo cual los representantes del Gobierno Federal solicitaron tiempo a fin de “construir la mecánica”, ya que sería el primer producto en que se aplicaría.
Ante la urgencia de contar con los instrumentos de protección a la actividad porcícola nacional, se acordó dar 10 días hábiles a la Secretaría de Economía, a partir del 18 de abril, para presentar un mecanismo alterno de protección a la producción nacional porcícola, que no represente a los tradicionales (dumping y salvaguarda global o bilateral), pero por la burocracia que priva en esa dependencia, hasta la fecha no ha sido presentado.
