La provincia del Chaco busca insertarse en el marcado nacional, ocupando el cuarto lugar en la escala como productora y proveedora de carne porcina.
Con ese objetivo, la Cátedra de Investigación de Mercado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Unne llevó adelante un estudio a los efectos de mejorar la estructura productiva y mercadotecnia para introducir el producto en los hábitos de consumos de los chaqueños.
La investigación, coordinada por el contador Guillermo Odriozola, indagó en primer lugar sobre los diferentes tipos de carne que habitualmente consumen los chaqueños de clase media-alta. Para contar con datos más certeros el equipo de investigadores centró su estudio en las carnicerías dedicadas a la venta de carne porcina.
La muestra se tomo a través de encuestas domiciliarias en distintos barrios céntricos de Resistencia, encuestándose a las amas de casa, jefes de familia y a las personas mayores de 65 años.
Los resultados completos serán entregados a los organismos que solicitaron el estudio, es decir el Ministerio de la Producción del Chaco y a la Regional Formosa del Inta, recién a fines de 2007.
Como anticipo, el contador Guillermo Odriozola dio a conocer un avance del estudio. De acuerdo al relevamiento, en las carnicerías es mayor la demanda de carne vacuna y de aves, que la porcina.
En el Chaco como en todo el NEA, el consumo de carne vacuna supera en más de un 90 por ciento a la porcina, pero la brecha se acorta con respecto al consumo de aves, donde la diferencia es mayor al 25 por ciento.
El estudio contiene un apartado con un relevamiento de opinión dirigido a una población que tiene mayor predisposición al consumo de carne porcina. Curiosamente, el 98 por ciento de los consultados dijo preferir consumir carne vacuna. Las preferencias seguirían con las carnes de ave, los embutidos, fiambres y en último lugar el cerdo.
Según los investigadores, este escenario está muy lejos de los que presentan los principales centros consumidores de carne de cerdo. En Brasil o algunos países de Europa, el 95 por ciento de la población prefiere consumir carne de chancho, y menos del 40 por ciento carne de vaca. En esto tiene mucho que ver lo cultural y las campañas de difusión, ya que se dan a conocer los beneficios de consumir en forma moderada la carne de cerdo y sus derivados.
Para garantizar la exactitud del trabajo los investigadores usaron un diseño de muestra representativa. Esto significa que sus datos pueden llegar a ser generalizados siempre dentro de la población que prefiere la carne porcina con un margen de error de "+- el 6 por ciento". La técnica arroja que los resultados tienen un grado de confiabilidad del 95 por ciento.
El trabajo arrojó un dato curioso con respecto a la preferencia del consumo de embutidos y carne de cerdo. El 86 por ciento de la población de mayores recursos dijo preferir los fiambres por sobre la carne.
También en el segmento de menores recursos el consumo de carnes porcina es baja. De acuerdo al relevamiento sólo es una opción para fiestas y eventos especiales.
Otro horizonte
Un panorama totalmente distinto se registra en ciudades donde la cría de chancho es una actividad importante, lo que demostraría que el consumo está ligado a las costumbres y tradiciones de una región. Esto ocurre en ciudades como Presidencia Roque Sáenz Peña y Charata, donde el 80 por ciento de los consultados dijo preferir el cerdo por sobre la carne de vaca y los embutidos.
El trabajo completo será entregado al finalizar el año a las autoridades del Ministerio de Producción del Chaco y a la Regional Formosa del Inta. Además de describir el mercado actual, serán de gran utilidad para mejorar la producción teniendo en cuenta los gustos y costumbres de los consumidores.
