En un revés a las negociaciones entre Estados Unidos y Corea del Sur para la firma de un acuerdo bilateral de libre comercio, el gobierno sudcoreano prohibió la entrada de carne de ganado ovino estadounidense, por encontrar en un embarque parte de la columna vertebral de los animales.
La presencia de este tipo de huesos en todo tipo de carnes importadas está prohibida en este país, desde la aparición del “mal de la vacas locas”.
Al saberse la noticia, miles de sudcoreanos se manifestaron por las calles de Seúl en contra de la importación de carne. Corea del Sur es uno de los principales compradores de carne estadounidense, pero en los últimos meses ha vetado y vuelto a reanudar sus importaciones varias veces tras encontrar carne con fragmentos de huesos prohibidos.
En diciembre de 2003, Corea del Sur prohibió todas las importaciones de vacuno de Estados Unidos al detectarse el primer caso del “mal de las vacas locas” en este país.
En octubre pasado se reanudó la importación, con la condición de que se trate de carne de animales menores de 30 meses y que no contuviera huesos.
