La escalada de incrementos en los insumos del trigo propició una inflación de 9.1 por ciento en el pan blanco
La economía enfrenta una crisis alimentaria derivada de los elevados costos internacionales de granos básicos, que se refleja en la presencia de una espiral inflacionaria en el mercado interno.
Las consecuencias del aumento en los precios internacionales del trigo ya causaron estragos en el mercado nacional, donde el índice al consumidor subió 0.62 por ciento mensual en agosto pasado, mientras que el incremento en el pan blanco fue de 2.40 por ciento.
En términos anualizados, el costo del pan blanco mostró un alza de 9.10 por ciento hasta agosto pasado, cuando la inflación se situó en márgenes de 4.05 por ciento anual.
El problema se ha agudizado recientemente debido a los elevados precios que alcanzó el trigo en los mercados internacionales.
El incremento que se ha registrado desde el año pasado en el valor de algunos commodities agrícolas ya ha sido trasladado por los productores a los bienes finales, dando como resultado una escalada de incrementos.
En lo que va del año, el trigo alcanzó niveles elevados, al cotizarse en 775 dólares por bushel (24.5 kilos), lo que propició que se elevara 74.66 por ciento con respecto al precio registrado en diciembre de 2006.
Durante los últimos dos años, la demanda de trigo fue tan elevada que presionó la cotización del grano hasta incrementarla 131.83 por ciento. En septiembre de 2005, el precio cerró en 377 dólares por bushel; sin embargo, en los últimos días el trigo llegó a 814 dólares.
El alto precio de los granos en los mercados internacionales no ha sido el único factor que determina el aumento en el precio del pan, el resto de los insumos que se utilizan en la elaboración de este producto, como gas, leche, huevo y azúcar, entre otros, también han experimentado incrementos.
Las repercusiones que se generen por la elevación de los precios internacionales del trigo tendrán un impacto mayor en el país debido a que existe una alta dependencia de las importaciones del cereal.
Para 2007 se prevé que el consumo de trigo sea de 7 millones 34 mil toneladas, lo que significa cubrir la demanda que el país necesita con mayor volumen de importaciones del cereal, las cuales se incrementarán 14.2 por ciento respecto del volumen que se compró durante 2006.
Lo anterior deja atrás la tendencia registrada hasta 2006 cuando se presentó una caída de 7.3 por ciento anual en las compras de trigo al exterior.
