Frecuencia de Brucella sp. en porcinos, procedentes de granjas tecnificadas y no tecnificadas, beneficiados en dos mataderos de Lima

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escrito por Redacción Infopork

FARRO R, Diana, FALCON P, Néstor, MANCHEGO S, Alberto et al. Frecuencia de Brucella sp. en porcinos, procedentes de granjas tecnificadas y no tecnificadas, beneficiados en dos mataderos de Lima. Rev. investig. vet. Perú, jul./dic. 2002, vol.13, no.2, p.72-77. ISSN 1609-9117.

 

RESUMEN

El presente estudio tuvo como objetivo determinar la frecuencia de Brucella sp. en porcinos procedentes de granjas con crianza tecnificada y no tecnificada, que fueron beneficiados en dos mataderos de Lima. Con este fin se tomaron muestras de sangre de porcinos de ambos sexos y mayores de cuatro meses, procedentes de granjas de crianza tecnificada (n = 222) y no tecnificada (n = 218), para la detección de anticuerpos contra Brucella sp. mediante la prueba de Rosa de Bengala como prueba tamiz y Fijación de Complemento (FC) como prueba confirmatoria. El 2.25 + 1.47% (5/222) y el 7.34 + 3.34% (16/218) de las muestras procedentes de crianza tecnificada y no tecnificada, respectivamente, tuvieron anticuerpos contra Brucella sp. mediante la prueba de Rosa de Bengala; pero únicamente el 2.75 + 1.76% (6/218) de muestras pertenecientes a los animales de crianza no tecnificada resultó positivo a la prueba de FC. No se detectaron animales serorreactores en las granjas tecnificadas muestreadas. Estos resultados demuestran la presencia de la Brucella sp. en porcinos de crianza no tecnificada constituyendo un riesgo para la crianza porcina y la salud pública.

Palabras clave: porcinos, Brucella sp, Rosa de Bengala, Fijación de Complemento, anticuerpos, sistema de manejo.

INTRODUCCIÓN

La población porcina del Perú es de aproximadamente 2.2 millones de animales, de los cuales el 46.8% se encuentra en la costa en manos de porcicultores que utilizan una crianza con alta tecnología. El resto de la población pertenece a pequeños criadores de la sierra y selva y a los criadores de parques porcinos ubicados en los alrededores de las grandes ciudades como Lima (INEI, 1995). La mayoría de estos últimos son criados en forma libre o con un escaso nivel tecnológico, sobre todo, en el aspecto sanitario, donde enfermedades como el cólera porcino son prevalentes (Ríos et al., 1997), y otras, como la brucelosis, podrían estar presentes. 

La brucelosis es una zoonosis de distribución mundial, producida por una bacteria del género Brucella, que afecta a todas las especies de animales domésticos y silvestres (Wrathall et al., 1993). El género Brucella comprende 7 especies: B. abortus, melitensis, suis, canis, ovis, neotomae, y maris; siendo las cuatro primeras de importancia en salud pública. Las brucellas son organismos intracelulares obligatorios y resistentes a la fagocitosis, por lo que pueden vivir y multiplicarse en los leucocitos polimorfonucleares y macrófagos; de allí se distribuyen a los órganos linfoides formando granulomas con células epitelioides, linfocitos y plasmocitos, y con posterior caseificación en el caso de B. abortus, y con posible caseificación en B. suis (Alton et al., 1998; Bercovich, 1988). Las cepas de Brucella virulentas forman colonias lisas y transparentes en cultivo, y generalmente tienden a cambiar a la forma rugosa que es avirulenta (Corbel, 1997).

La Brucella sp. muestra un especial tropismo por las membranas fetales y el tejido mamario, por lo que su difusión se hace principalmente durante el parto de animales enfermos o durante el aborto, donde se elimina gran cantidad de bacterias al medio ambiente (Nicoletti, 1980; Sangari y Agüero, 1996; Dájer et al., 1997). La transmisión de la B. suis en el cerdo es por vía digestiva o respiratoria, por abrasiones de la piel, por conjuntiva, o durante la monta. Sin embargo, no se observa una predilección por localizarse en el útero o la ubre, sino que la bacteria se encuentra en todos los tejidos produciendo una enfermedad similar a la fiebre ondulante producido por la Br. melitensis o Br. abortus en el hombre. Se observa una invasión generalizada inicial, y una bacteriemia que puede perdurar hasta dos meses (OPS, 1986; Samartino, 2001; Alton et al., 1998; Bercovich, 1998).

La enfermedad actualmente alcanza su mayor importancia como un peligro de contagio a las personas que manipulan carne de cerdo (personal de mataderos, y en menor grado veterinarios y ganaderos). En 1992 se reportaron 18 casos de brucelosis en trabajadores de una planta de matanza y procesamiento de carne de cerdo en Carolina, EE.UU., lo que demuestra el riesgo de contraer brucelosis causada por B. suis (Trout et al., 1995).

A pesar de la importancia de la brucelosis porcina, no existe información actualizada en el país acerca de su situación epidemiológica. Por esta razón, el presente estudio tuvo como objetivo determinar la frecuencia de la brucelosis en porcinos procedentes de crianza tecnificada y no tecnificada que fueron beneficiados en dos importantes mataderos de Lima, y de esta manera contribuir a una mejor comprensión de la epidemiología de la enfermedad en nuestro país.

MATERIALES Y MÉTODOS

Animales

Se utilizaron cerdos que fueron beneficiados en dos mataderos de Lima. Se muestrearon 222 porcinos de ambos sexos procedentes de establecimientos de crianza tecnificada y 218 de crianza no tecnificada, durante junio y julio del 2001. Los animales eran mayores de 4 meses de edad.

 

Tamaño y colección de Muestra

El tamaño muestral fue obtenido mediante la fórmula de estimación de proporciones basada en la distribución normal para poblaciones infinitas (Daniel, 1996) empleando una prevalencia de 5.35% (Rodríguez, 1983) con un nivel de confianza de 95% y un error máximo admisible de 3%. Las muestras de sangre fueron colectadas en el momento del beneficio, y transportadas al Laboratorio de Virología de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se almacenaron a una temperatura de -20°C hasta el momento de su procesamiento.

Detección de anticuerpos contra Brucella sp.

La detección de anticuerpos contra Brucella sp. se realizó por la prueba de Rosa de Bengala, prueba estándar para el diagnóstico de la brucelosis en el país, y de acuerdo al protocolo ampliamente conocido. Las muestras que resultaron positivas, fueron sometidas a confirmación de Brucella sp. mediante la prueba de Fijación de Complemento (FC).

Análisis estadístico

La frecuencia de ocurrencia de Brucella sp. se basó en resultados positivos
a la prueba de Fijación de Complemento, expresándose en forma porcentual con sus respectivos intervalos de confianza (IC).

El efecto de las variables edad, tipo de crianza y sexo sobre la presencia de anticuerpos contra Brucella sp. se evaluó mediante la prueba de Regresión Logística. 

RESULTADOS

El análisis de regresión logística determinó que existe 3.43 (1.23 – 9.53) veces más riesgo de encontrar en los mataderos de Lima animales positivos a Brucella sp. (mediante la prueba de Rosa de Bengala) que son provenientes de granjas no tecnificadas en comparación a aquellos que provienen de granjas tecnificadas. 

DISCUSIÓN

Se pudo determinar que únicamente 6 animales dieron positivo a Brucella sp. mediante la prueba confirmatoria de FC de las 21 muestras que presentaron reacción de aglutinación a la prueba de Rosa de Bengala. Estas muestras fueron de animales provenientes de granjas no tecnificadas.

La prueba de aglutinación en placa de Rosa de Bengala con una sensibilidad de 99.3% y especificidad de 73% (FAO/OMS, 1986) es utilizada en el país como prueba tamiz para la detección de anticuerpos contra la brucelosis en bovinos, caprinos, porcinos y caninos, y es una prueba que incluso puede ser realizada en el campo. La prueba de FC posee 100 y 79% de especificidad y sensibilidad, respectivamente (FAO/OMS, 1986); y es considerada prueba oficial confirmatoria para el diagnóstico de la brucelosis. Si bien ambas pruebas detectan mayormente las IgM y en menor grado las IgG (Stevenson, 1999), la FC parece que discrimina mejor las aglutininas inespecíficas, lo que explicaría la diferencia en los resultados obtenidos por ambas pruebas.

Se reporta que algunos sueros de porcinos tienen aglutininas inespecíficas de tipo IgM que muchas veces interfieren con la sensibilidad de las pruebas serológicas (Wrathall et al., 1993). Inclusive la prueba de FC puede presentar dificultades en el diagnóstico de brucelosis porcina, pues ciertos sueros pueden interactuar con el complemento del cobayo que es uno de los reactivos de la prueba de FC, ocasionando falsos positivos (Priadi et al., 1985). En el presente estudio, la detección de títulos de anticuerpos de 1:40 en la mayoría de las muestras positivas constituye una fuerte evidencia de que los anticuerpos detectados por FC fueron anticuerpos específicos inducidos por Brucella sp. de campo.

El presente estudio demostró también que no existe relación entre la presentación de anticuerpos contra Brucella sp. y el sexo de los animales, pero debe tenerse en cuenta que en el macho, la infección por Brucella puede persistir por toda la vida del animal constituyendo un riesgo para la salud de la piara. Con respecto a la edad se encontró que los animales entre 4 y 15 semanas (gorrinos y gorrinas) fueron los mas afectados y, aunque se sabe que la susceptibilidad varía con la edad y que la frecuencia de infección es mayor en animales adultos, también se conoce que los lechones que se infectaron durante la lactancia presentan títulos máximos de aglutininas entre las 8 y 12 semanas de edad, las mismas que desaparecen a las 16 semanas (OIE, 1996). 

El primer estudio serológico en Lima sobre brucelosis en porcinos reportó una prevalencia de 4.1% (Palomino, 1953). Estudios posteriores en la misma zona indicaron prevalencias de 4.6 a 12% empleando las pruebas de aglutinación en placa y tubo (Bullón, 1959; Bazán, 1969). Los resultados obtenidos mediante la prueba de Rosa de Bengala (4.77%) habría sido similar a lo reportado en los previos estudios de no haberse empleado la prueba de FC. Merece mencionar que en las décadas del ´50 y ´60 la crianza porcina en el país estaba poco desarrollada por lo que la brucelosis era una enfermedad de mayor frecuencia. Actualmente el desarrollo de la industria porcina exige un óptimo estado sanitario, por lo que ciertas enfermedades como la brucelosis habrían sido eliminadas de las granjas tecnificadas. 

La presencia de Brucella sp. en porcinos pareciera estar asociada a sistemas de crianza de escasos o deficientes niveles tecnológicos, y donde las condiciones zoosanitarias son propicias para la cadena de transmisión como lo determina el análisis de regresión logística. 

Agradecimiento

Los autores agradecen al personal del Laboratorio del Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA), por la realización de la prueba confirmatoria de Fijación de Complemento.

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