Falta agua en varias zonas clave de la pampa húmeda; dificultades para la soja
Por la falta de agua y la sequía que atraviesan zonas productivas del centro-norte de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y, en menor medida, el centro de la provincia Buenos Aires, la Argentina dejaría de producir en la cosecha 2007/2008 al menos dos millones de toneladas de maíz, según diversas fuentes consultadas por LA NACION. El año pasado, la producción del cereal alcanzó un récord de 22,5 millones de toneladas; ahora hay estimaciones de que ese número bajaría a 20,5 o 21 millones de toneladas. Con todo, si bien reconocen que habrá entre uno y dos millones de toneladas menos, en la Asociación Maíz Argentino (Maizar) creen que la cosecha rondará los 22/23 millones de toneladas, versus proyecciones iniciales de 24/25 millones de toneladas. También hay dificultades para la soja.
"Los 22,5 millones del año pasado (en maíz) son imposibles; el rinde potencial ha disminuido; cayó un 10% en la zona núcleo (norte bonaerense), va del 20 al 30% en la periferia (alrededor de esa región) y hay algunos sectores de Córdoba que están en torno del 50% (de menos rindes)", comentó Diego Bancalari Solá, técnico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. "Si hubiera sido un año normal era probable estar en 23/24 millones de toneladas", agregó.
En esta entidad no manejan por ahora una cifra concreta sobre la pérdida productiva, pero comenzaron a trabajar en esa tarea con los reportes de diferentes regiones. No obstante, Bancalari Solá advierte que en este momento ya habría unas 150.000 hectáreas que no se van a cosechar. Traducido a un rinde promedio esperado de 6800 kilos por hectárea, esa área hubiera representado poco más de 1 millón de toneladas. A valores actuales son unos US$ 150 millones menos para la producción. En el fondo es una pérdida por superficie que no contabiliza la disminución por rendimiento. Esta campaña el maíz logró expandir su superficie un 11,5%, y alcanzó 3,2 millones de hectáreas para grano comercial, pero ahora se prevé cosechar menos hectáreas.
No es la primera vez que el maíz atraviesa un escenario de esta naturaleza. Hace dos años, con el trasfondo de una sequía aún peor, perdió 4,5 millones de toneladas de producción.
Según Daniel Miró, presidente de la consultora Nóvitas, "si bien hay que esperar a fines de enero para hablar de una cifra más ajustada", por las heladas tardías de noviembre pasado y ahora la falta de agua en importantes zonas la producción final de este ciclo sería de 20 millones de toneladas. "Si el potencial de rinde hubiera sido igual al del ciclo anterior, seguramente se habrían superado los 23,5 millones de toneladas", indicó. Hoy el cereal está terminando su fase de floración o comenzando la etapa de llenado de grano en la pampa húmeda. Pero lo hace con una situación de estrés hídrico. Para tener una idea de su demanda de agua, en plena floración necesita entre 9 y 12 milímetros por día.
De acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, que considera la situación de los cultivos en el sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y el sudeste de Córdoba, el maíz requerirá precipitaciones por más de 100 milímetros en los próximos quince días. "Eso es difícil (de lograr)", admitió Cristian Russo, técnico de la entidad. Eduardo Sierra, especialista en climatología de la Facultad de Agronomía de la UBA, estimó que entre el 13 y el 19 del actual llegarían lluvias que "evitarían mayores pérdidas". De todas maneras estimó que hay un 33% de probabilidades de que la situación mejore, otro 33% de que continúe como está y otro 33% de que haya un escenario todavía peor.
Otras estimaciones
Según Juan Gear, vicepresidente segundo de Maizar, el cultivo podría haber alcanzado entre 24 y 25 millones de toneladas. "Ahora estaremos entre 22 y 23 millones, dependiendo del clima", precisó.
En tanto, Pablo Adreani, director de la consultora AgriPac, sostuvo que respecto de sus propias estimaciones de noviembre pasado ahora habría 2,3 millones de toneladas menos en maíz y 2,4 millones menos en soja. En ese mes de 2007 Adreani había proyectado una cosecha de 26,3 millones de toneladas en maíz y de 51,07 millones en soja.
