Los productores de porcino de Mallorca califican de "atípica" la campaña navideña de este año. A pesar que las ventas han sido similares a las de años anteriores, los bajos precios a los que se han vendido las lechonas, unidos al espectacular incremento de los costes de producción, ha limitado considerablemente los beneficios.
Los ganaderos afirman que el sector porcino se encuentra al borde del "abismo", ya que atraviesa por una grave crisis. Durante los últimos meses el precio del pienso se ha encarecido entre un 30 y un 40 %, lo cual está ocasionando importantes pérdidas para los ganaderos. Este encarecimiento se debe a la escasez mundial de grano y soja, la cual ha sido provocada por el incremento de su demanda por parte de países como China o India. Años atrás estas subidas de precio eran reguladas por la existencia de stocks, pero en la actualidad, ni tan si quiera países como los Estados Unidos no disponen de stocks.
Ante este escenario, los ganaderos esperan que el precio del pienso siga subiendo durante los próximos meses, lo cual puede provocar la desaparición de algunas explotaciones de porcino.
Joan Rovira, ex presidente de los productores de porcino de Baleares y representante de la empresa Piema, que produce cerca del 70% del cerdo de Mallorca, explica que "la crisis del porcino no es exclusiva de Mallorca sino que es un problema global". Rovira apunta que "se debe hacer una reflexión sobre si se puede permitir que el sector porcino pueda llegar a desaparecer". Según Rovira, "la supervivencia del sector porcino como cualquier otra actividad económica, depende de su rentabilidad, y los ganaderos tienen pérdidas económicas incalculables".
En este contexto, los ganaderos argumentan que "la solución al problema es simple, basta con que el precio de venta de la lechona sea superior a los costes de producción". Además, desde la Asociación de Productores de Porcino de Baleares, se apuesta por seguir impulsando marcas de calidad como Porc Mallorquí Selecte (PMS), ya que permiten dar un valor añadido.
Mallorca absorbe alrededor del 60% de la lechona o cochinillo que se consume en España. No obstante, los bajos precios del mercado están favoreciendo la expansión de su consumo en otras regiones.
