En 50 escuelas de la provincia de El Oro se han comenzado a ejecutar los proyectos de huertos escolares, promovidos por el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Algunos planteles han incursionado incluso en la acuacultura, cultivando tilapias en piscinas, y en la crianza de animales en granjas avícolas y porcinas.
El cultivo de productos de ciclo corto -legumbres y hortalizas- permite complementar la alimentación de los alumnos beneficiados con el programa del almuerzo y mejorar su nutrición, explicó el titular del PAE, Víctor Delgado.
El funcionario valoró la inestimable colaboración de las escuelas de Agronomía y Veterinaria de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Técnica de Machala (UTM). Destacó además la cooperación del municipio de Pasaje y de la ingeniera María Gonzaga, catedrática de la Facultad.
La contribución incluye la provisión de semillas y el asesoramiento técnico de los egresados que, como tarea para la elaboración de su tesis, enseñan a los escolares y la comunidad a producir la tierra y les capacitan sobre la crianza de los animales.
Escuelas de Buenavista, Ducos, Rosa de Oro, Tres Cerritos, San Antonio de Chaguana, de Pasaje; El Recreo, Brasil, de Piñas; Milagro, La Palma y la Esperanza, de Balsas; San José, de Atahualpa; Malvas, de Zaruma, son algunas de las involucradas.
Hay casos dignos de destacar como el de una de Marcabelí cuya producción rebasa la demanda interna del plantel, por lo que el excedente se vende en la comunidad; y otra de Malvas que cultiva semillas mejoradas genéticamente traídas por los migrantes.
La iniciativa no sería posible sin la cooperación entusiasta de los padres de familia, los maestros y los propios estudiantes, aseveró el titular del PAE que instó a aquellas escuelas que cuenten con un área de terreno adecuado a sumarse al proyecto.
No está de más recordar que en El Oro suman 55.225 de 479 planteles los alumnos fiscales beneficiarios del programa de almuerzo escolar, mientras que los del desayuno ascienden a 45.796 escolares de 433 centros.
Educación y nutrición van de la mano Los huertos escolares pueden ser una poderosa herramienta para mejorar la calidad de la nutrición y la formación de los niños y sus familias en las zonas rurales y urbanas de los países en desarrollo, según la FAO.
El principal beneficio de los huertos es que los niños aprenden a producir alimentos sanos y cómo emplearlos en una nutrición adecuada. El mejor modo de lograrlo es si los productos frescos de la huerta -como frutas y verduras- se emplean en un comedor escolar ya existente en el centro.
Además, también contribuyen a la educación medioambiental y al desarrollo individual y social, al añadir una dimensión práctica. También sirven para reforzar materias básicas del aprendizaje como la lectura, la escritura. la biología y la aritmética.
Los métodos de producción tienen que ser sencillos, de modo que puedan ser fácilmente replicables por los estudiantes y sus familiares en casa.
