Estrés calórico en la cerda lactante: un problemón!!!

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escrito por Redacción Infopork

La partición de nutrientes del proceso digestivo sumada a la producción calórica del proceso de producción de leche hacen a la cerda lactante la categoría productiva más susceptible al estrés por calor. Veamos algunos datos de diferentes países que lo confirman:
 Problemas asociados a las altas temperaturas 
·Bajo consumo de ración 
Gráfico 1. Efecto de las altas temperaturas en consumo de ración en lactancia
La magnitud de la baja de consumo se hace mayor a partir de la primer semana post-parto, momento en el que el requerimiento del lechón comienza a subir.     
Gráfico 2. Efecto de la temperatura ambiental en consumo de ración en lactancia (Quiniou & Noblet, 1999)                 
Por cada 1ºC de incremento en temperatura ambiental encima de 16ºC el consumo voluntario de la cerda decrece 2.4 MJ ED y 0.17 kg (Black et al., 1993). Es decir que con temperaturas de 30 ºC (medidas en muchas maternidades de nuestro país) el consumo decrece entre 2 y 3 kg diarios. Esto reducirá indefectiblemente la producción láctea y el aumento de peso de los lechones   ·   
Reducida producción de leche y aumento de peso de la camada
Gráfico 3. Efecto de la temperatura ambiental (ºC) en ganancia de peso de los lechones (kg/día) y producción de leche de la cerda (kg/día)    
Reducida ganancia de los lechones            
Prolongado intervalo destete-celo
La baja en el consumo y la reducción en la producción láctea se hacen evidentes a partir de la segunda semana de lactancia (Gráfico 4), momento en que nuestro lechón de alta genética requiere el máximo aporte energético y proteico para expresar todo su potencial. Así, en verano observamos muy frecuentemente a partir de la segunda semana lechones con pelo hirsuto, pérdida de condición corporal y una muy alta incidencia de diarrea, incontrolable por las drogas antimicrobianas de uso habitual. Esto se debe al que el problema de base es la falta de nutrientes e inmunidad que deberían ser aportados por la leche.   
Gráfico 4. Aumento de peso de camadas en invierno y verano (Riart, 2002) ·        Pérdida de peso de la cerda al destete (Gráfico 5) 
A todos estos inconvenientes debemos agregarle la gran pérdida de peso de la cerda entre parto y destete, alargándose así el intervalo destete-celo y consecuentemente el número de lechones nacidos en la camada subsecuente  Gráfico 5. Efecto de las altas temperaturas en perdida de peso al destete (kg)         
Estrategias de control Uso de fuentes evaporativas de pérdida de calor
 
Sabemos que el cerdo pierde calor a través de fuentes no evaporativas (conducción, convección y radiación) y por fuentes evaporativas (jadeo y humedecimiento de la piel). Conforme la temperatura sube, las fuentes no evaporativas pierden efectividad y las evaporativas alcanzan una importancia crucial. Por este motivo, el incremento de la frecuencia respiratoria es el mejor indicador de que las fuentes no evaporativas han dejado de ser efectivas y debemos pensar en perder calor a través del agua. Esto se logra a través de paneles húmedos en maternidades modernas o a través del humedecimiento directo de la piel ya sea en jaulas o a campo. En el primer caso debemos ser extremadamente cuidadosos en no generar humedad en la piel de los lechones, favoreciendo aún más la presencia de diarreas. En el caso de sistemas de campo, el charco es la única herramienta disponible (Gráfico 6)
  
Gráfico 6. Porcentaje de observaciones dentro del charco en cerdas lactantes en relación a variaciones de temperatura dentro de la paridera (ºC).   
El gráfico 6 muestra que con temperaturas aún menores a 20 ºC la cerda pasaba parte de su tiempo en el charco, demostrando que la temperatura óptima para esta categoría es de 16-20 ºC. La reducción de frecuencia respiratoria con un máximo de 20 minutos en el charco fué de 57.2 respiraciones por minuto a 29.4 respiraciones por minuto (t value=2.61, P<0.05) (48.6% de reducción en frecuencia respiratoria).   
Nutrición Debido a su estructura química, los nutrientes difieren en su liberación de calor al ser digeridos. En este sentido la digestión de la fibra y el almidón liberan mayor cantidad de calos, siendo los lípidos los que menor incremento calórico producen (Gráfico 7).  
Gráfico 7
Por ello debemos favorecer en verano el uso de dietas con un mínimo de 8-10 % de soja extrusada o 1.5-2% de aceite.  Además, por el efecto que genera en la palatabilidad y el consumo de agua debemos favorecer el uso de dietas húmedas como mínimo tres veces por día. 
Manejo Finalmente, un verdadero operario, bien entrenado, motivado, que conozca las necesidades térmicas y nutricionales de cada cerda y su camada, será el que podrá estimularla a consumir una cantidad adecuada de dieta que logre reducir al máximo el problema de estrés por calor. 
     
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