Los cerdos proporcionan una fuente importante de proteínas de alta calidad y se prevé que su producción aumente en el futuro para satisfacer la creciente demanda mundial de carne. Sin embargo, algunas enfermedades infecciosas y en particular la Peste Porcina Africana (PPA) amenazan la oferta de carne. La PPA continúa propagándose fuera de África; Europa, Rusia y China ya han sido afectados y, recientemente, ha llegado al continente americano (República Dominicana) luego de décadas de ser erradicada. Esto ha aumentado la conciencia sobre la amenaza que representa esta devastadora enfermedad para la industria porcina mundial. Además, la falta de una vacuna dificulta el control de la enfermedad y es aquí donde la bioseguridad, a nivel regional, estatal y local, toma una total relevancia para la prevención frente a la PPA.
Se deben utilizar todas las medidas para proteger una granja. Por ello, es necesario implementar los dos componentes de la bioseguridad: la bioexclusión (o bioseguridad externa), en referencia al conjunto de actividades que se implementan para evitar la entrada de nuevos patógenos en la granja; y la biocontención (o bioseguridad interna), que se refiere a los esfuerzos que se llevan a cabo con el fin de prevenir la propagación de una enfermedad dentro del rebaño porcícola y a otras granjas (FAO, 2010).
Teniendo en cuenta que actualmente la prevención es la herramienta más importante para el control de la PPA, debemos conocer qué medidas de manejo podemos aplicar para reducir el riesgo de entrada del virus a nuestras granjas.
Principales Medidas de Bioseguridad
- Suministro. Adquirir los animales en empresas que posean un estado sanitario igual o superior al de nuestro establecimiento y que estos manejen altos niveles de bioseguridad para evitar la entrada de animales enfermos.
- Cuarentena. Establecer un lugar a unos 500-1000 metros para aislamiento y observación por 40 días, ya que, los animales enfermos pueden no presentar signos clínicos por 4 a 19 días, o ser portadores asintomáticos capaces de contagiar animales susceptibles.
- Cercado Perimetral. Poseer un cerco perimetral completo, pues es necesario impedir el contacto directo con jabalíes y cerdos salvajes. Este cerco debe cumplir ciertas características, tales como: hormigón de 30 – 50 cm de profundidad y altura de 10 cm, la malla con una altura mínima de 1,5 a 2 metros y una única entrada.
- Desinfección. Se debe asegurar que los vehículos y materiales que entren a la unidad estén completamente lavados, desinfectados y secos, inspeccionándolos visualmente a la llegada y en caso de no cumplir con los requisitos de higiene, deben ser rechazados.
- Filtro Sanitario. Todas las personas que ingresen deben dejar la ropa y zapatos que traen, ducharse y utilizar ropa y botas propias de la granja.
- Vigilancia Epizoótica. Establecer un programa de vigilancia que monitoree los posibles brotes en granjas cercanas y la salud de los animales de la granja, con pesquisas, envíos al laboratorio y autopsias de todas las muertes y sacrificios sanitarios.
- Manejo y Alimentación. Mantener la disciplina en horarios, dietas, piensos específicos por categoría y origen de los alimentos, alimentación y materias primas de estos, evitando usar elementos contaminados o de dudosa procedencia. Cumplir con los adecuados procedimientos de manejo por categoría fisiológica y con esto minimizar cualquier tipo de estrés.
- Habilitación sanitaria. Extremar, profundizar y controlar la limpieza y desinfección de corrales y áreas que se van vaciando durante el flujo tecnológico con el uso adecuado y responsable de productos certificados y respetando el sistema de todo dentro, todo fuera además de los intervalos de reposo de dichas instalaciones.
- Sacrificio Sanitario. Revisar diariamente los animales buscando signología clínica de la enfermedad y animales potencialmente infectados, y proceder rápidamente a su aislamiento o sacrificio, con la adecuada disposición de sus cadáveres.
Como punto final, cada veterinario debe establecer cuál será su plan de bioseguridad, es decir, qué acciones deben realizar, ya sea para evitar la entrada del virus, o para la detección precoz de un brote de PPA y su comunicación para el diagnóstico (ALERTA), así como la implementación de medidas de prevención y control oportunas (RESPUESTA) para disminuir su impacto en la morbilidad y letalidad.
Referencias:
- OIE y FAO. 2021. Detener la peste porcina africana (PPA): asociaciones público-privadas para lograrlo. Informe de la reunión en línea llevada a cabo del 14 al 28 de junio de 2021. Roma. https. //doi.org/10.20506/ASF.3273
- E. Ferrer, O. Fonseca, María Irian Percedo, María Antonia Abeledo. 2010. La peste porcina clásica en las américas y el caribe, actualidad y perspectivas de control y erradicación. Rev. Salud Anim. Vol. 32 No. 1 (2010): pag: 11-21
- T.M.P. Lyra. 2006. La erradicación de la peste porcina africana en el Brasil, 1978-1984. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 25 (1), pag:93-103
- Calcina I. J. F y Rivera G. H. 2022. Principales aspectos epidemiológicos de la Peste Porcina Africana. Trabajo Académico Para optar el Título de Segunda Especialidad Profesional en Porcicultura. Universidad Nacional Mayor de San Marcos Universidad del Perú. Facultad de Medicina Veterinaria.
- Daniela Alejandra Mendoza Valero. 2021. La FAO alerta a los países de América Latina por el primer caso de peste porcina africana en la región. https://www.aa.com.tr/es/mundo/.
Fuente: Universo de la salud animal.