La industria porcina mexicana ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, alcanzando una cifra récord de producción en 2023 con 1.77 millones de toneladas. Este impulso no se detiene, ya que se proyecta un aumento del 2,3% para 2024, lo que reafirma el dinamismo del sector en el mercado nacional e internacional.
Uno de los factores claves para este desarrollo es la incorporación de nuevas tecnologías que promuevan una producción más eficiente y sostenible. Un ejemplo de esta innovación es la implementación de un dispositivo ergonómico que administra vacunas a los cerdos sin necesidad de agujas, empleando presión controlada para penetrar la piel de los animales. Este avance no solo elimina el dolor asociado con las inyecciones tradicionales, sino que también reduce el estrés de los cerdos durante el proceso de inmunización.
Es un dispositivo que mejora significativamente el bienestar animal y optimiza la calidad de la carne, ya que se evitan daños en el tejido del cerdo. Además, el método garantiza una vacunación precisa y eficiente, acelerando el proceso y reduciendo el tiempo de manejo de los animales.
La técnica de vacunación dérmica, en lugar de la intramuscular convencional, también ha demostrado generar una respuesta inmunológica más fuerte, lo que refuerza la salud de los animales y contribuye a la sostenibilidad del sector, alineándose con las crecientes exigencias de calidad y bienestar animal a nivel global.
Este enfoque tecnológico está posicionando a la industria porcina mexicana como un referente de innovación en Latinoamérica,
